MASTURBACIÓN
(fragmentos)
Nuevamente
te acostaste con Don Nadie
amaste
su mirada vacía
abrazaste
su cuerpo ausente.
Los
ojos de tu amante miraban hacia un punto lejano
no
hacia ti no en ti:
tan
joven y ya tan amargo.
El
amor que penetró tu carne un momento
tu
cuerpo se inunda de calor y tu alma
desde
la punta del cabello
hasta
los órganos internos,
dejándote
nuevamente con Don Nadie
que
recorre tu cuerpo con ninguna mano
que
responde sin emoción ni gestos
a
las caricias sin calor –
Le
has mostrado el poema a tu joven amante
que
responde con ira. Dice: es malo,
no
es un poema en absoluto y se da vuelta,
quizás
piensa que él es Don Nadie,
(…)
Don
Nadie hiela tus emociones congela
tu
cuerpo el frío se extiende por tus miembros
helando
tu rostro enviando un nervioso temblor
desde
la curva de la mejilla hasta el ojo opuesto extirpando
el
florecer de emociones emitiendo el gusto del dolor
a
la garganta a las distintas zonas del cuello y de la espalda.
Le
explicas a tu amante qué significa el tiempo
del
amor: cinco minutos son como horas
incluso
como cinco horas, hay de todo tipo, vale la pena
aprovechar
cada momento que tengamos
es
imposible a la mañana antes del trabajo
amar
tres horas es necesario calentarse y basta
lo
toma a la apurada y trata pero se decepciona
no
le gusta tan rápido
desea
mucho más de lo que hay,
pero
es inteligente: ésta es la ocasión la oportunidad
única
que quizás no regrese en su corta vida
hay
que modificar un poco las ideas y adaptarse
otra
vez está solo consigo y contigo
y
demanda toda la fuerza de una noche
en
un único y breve amanecer.
(…)
Pero
la poesía es sólo un asunto técnico
adquirido
durante años de vida
el
héroe vivirá en cualquier forma poética
como
tercera persona o primera o segunda,
comprenderá
también esto,
vivirá
como primera persona o segunda o tercera
él
deja la impresión principal
de
vivir como tercera persona consigo mismo
habla
de sí como si fuera él como si fuera alguien
que
ya no soportas,
alguien
distinto, por completo distinto, él o su sexo,
del
que teme al que envidia,
el
sexo es él, él se lo otorga,
eres
su madre lo educas
le
devuelves su confianza su fe en sí mismo
te
encuentras con Don Nadie y aprendes
acerca
de otra gente acerca de otro él
que
incluso puede ser todo tipo de seres
unes
a él mismo su sexo cercenado
soy
yo el que siente yo el que percibe,
yo
mi cuerpo mi alma yo mismo mi carne misma,
que
adquirirá cultura apreciará las óperas y las emociones,
generalizará
con mayor facilidad acerca de otros de su clase,
porque
los frutos del amor de corta vida son,
mucho
más que éstos, los de un poema.
CUANDO
VENGAS
Cuando
vengas a acostarte conmigo,
ponte
uniforme policial.
Yo
seré el criminal de poca monta
y
tú serás el policía.
Tortúrame,
arráncame
secretos,
no
seré el macho recio,
confesaré,
me
quebraré,
cantaré
al minuto,
entregaré
a medio mundo.
Escúpeme,
patéame
el vientre,
párteme
los dientes,
que
vengan a buscarme en ambulancia
hacia
el futuro
hacia
el mañana.
CUANDO VENGAS II
Cuando
vengas a acostarte conmigo
viste
la toga del juez.
Yo
seré el ínfimo reo
y
a tí que tanto te gustan los disfraces
que
tienes para cada ocasión un atuendo distinto
no
te despojes abrázame con tu negra toga
bajo
la cual estarás desnudo.
Enciérrame
yo
seré el ínfimo reo
el
criminal existencialista
el
que a sí mismo se condena
a
mil muertes diarias
no
viviré para siempre
moriré
en el próximo minuto
falto
de identidad como el eterno errante.
Transfórmate
en la ley
ponte
una peluca blanca sobre tu cabezota
fóllame
de parado
métemela
hasta que no sepa dónde estoy.
Juega
a esos jueguitos que sólo tú conoces
porque
de otra manera no sabría que se trata de tí
porque
de otra manera no sabría quién eres
haz
que sepa.
CUANDO
VENGAS III
Ven,
acuéstate conmigo como Dios
sólo
en espíritu
Tortúrame
en cuanto te sea posible
Sé
lo eterno incognoscible
Abandóname
a mi sufrimiento
Sumergida
en aguas profundas
sin
tocar jamás la tierra.
Ni
siquiera en la mirada
o
en el sentimiento
o
en el diluvio
aguas
abajo y arriba
jamás
cielo
aire
abierto
el
sitio abierto más cerrado del mundo
un
sitio abierto
siempre
un sitio cerrado abierto
ni
abierto ni cerrado
vale
decir cerrado abierto
vale
decir no cerrado ni abierto
que
jamás cese
de
ver desde arriba todo
de
ver desde arriba el paisaje
Sé
sólo espiritual
limpio
dolor aislado dolor como un sonido
no
tocaré jamás
no
sabré jamás
no
sentiré jamás
lo
real
nunca
QUÉ
CRUELDAD
En
el gran patio cuadriculado
peleaban
los ejércitos
simbólicas
batallas
(eso
lo entendí después)
Yo
estaba preocupada
no
veía sangre
pero
sabía
que
estaba en lo cierto
Largas
horas
combatieron
los guerreros
el
motivo
lo
olvidaron hace tiempo
La
gran campana de oro
le
llevé a mi madre
En
el patio el cerezo florecía
y
entre las flores tejían las arañas.
Qué
belleza dijo mi madre
Qué
crueldad
dije
yo.
de "Tat Hakará niftajat kmo menifá (El inconciente se abre como un
abanico). Poemas escogidos 1963-1985." Editorial HaKibutz HaMehujad, 1992.
Traducción al castellano de Gerardo Lewin (http://decantasion.blogspot.com.ar/)
YONA WALLACH (ISRAEL, 1941-1985)
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