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junio 24, 2012

POEMAS DE YANNIS YFANTIS




EL SECRETO DEL PARAÍSO PERDIDO DE LOS POETAS

Debemos
encontrar otra vez
el nombre de las cosas.
Sin llamarlas por sus nombres
no esperemos que las cosas nos escuchen
no esperemos que nos obedezcan.




L'ANTICHISSIMA LUCE

                                                    poco antes de que se apague
                                                   la antiquísima luz
                                                                                  Pier Paolo Pasolini

No conocí al rey del rebaño, el hijo del sol.
Solamente vi su vellón una vez colgado de un antiguo árbol
mientras el anochecer
se ovillaba en la raíz del árbol como una serpiente.
Oh sagrada raza de los antiguos, oh luz.
Alcancé la antiquísima luz, la respiré.
Monté desnudo a caballo bajo los árboles del Gran Día,
comí moras, tomé leche, bailé,
jugue con el tranquilo, ágil, rizado, temible
príncipe de nuestras ovejas. Y he aquí
que se secaron todos los ríos, han huido
hacia el mar, y detrás
quedan sus guijarros, las montañas --
para que habiten cíclopes y soles.




QUÉ DIJO EL ESPÍRITU DEL BOSQUE

Criatura del destino ¿qué quieres que te diga
                                                     yo que callo
hablando con todas las bocas?
Lo que puede mancharse no es sagrado.
Lo que puede traicionarse no es secreto.
Lo que se define
                 se limita.
Hijo de la Necesidad ¿qué quieres que te diga?


Traducción de Horacio Castillo



QUERRÁ DECIR

Ahora abro puertas que son sólo mías
Cualquiera ahora abre sus puertas
Cualquiera ahora ve sus
                   propias cosas.
Y si por azar nos encontramos ante las mismas cosas
                   las vemos
cada cual de colores y formas
                  diferentes.
Y si por azar las vemos con
                  los mismos colores
                   y bajo las mismas formas las vemos
                   no en la misma posición
                   no desde la misma posición
                   no al mismo tiempo.
Y si exactamente vemos las mismas cosas
                   en la misma posición desde
                   la misma posición
                   del mismo color y
                   bajo la misma forma
                   exactamente al mismo tiempo
                   querrá decir
                               querrá decir que abrimos la
                                              última
                                               puerta.



ESPACIO-TIEMPO

Tres días antes de morir el vecino
su perro aullaba, viendo
las fases de la muerte en el futuro.

Qué milagro, un perro
como el dios del Eclesiastés
que ve pasadas todas las cosas
a una distancia de tres días de un perro
distinguió el acto de una muerte.

Yo, no obstante, encuentro que no soy
ni dios ni perro, pero algo
tengo del tedio del dios -
y algo de la tristeza del perro.



EL SUEÑO NAVEGABLE

En otro tiempo un molino en otro tiempo
tuvimos la luna en la jaula*.
Ahora que la luna sigue
libre y gorjea
ahora la casa navega oliendo
a madera recién cortada y a sueño fluvial.
Tenemos aquí nuestros libros con nosotros
nuestras estrellas y nuestras brújulas nuestras armas
nuestros huesos y los huesos de nuestras mujeres
nuestras microscópicas hoces.
Pero nosotros tenemos sobre todo
la fuerza la locura o la sabiduría
para que todo ello no nos sirva.
Deja que navegue nuestra casa hacia donde navega
deja que nos lleve el sueño
allí donde intentábamos no ir
porque no sabíamos, allí
donde no intentábamos
                                      ir
                                              porque no sabíamos. Eh
deja que navegue nuestra casa hacia donde navega.


*Luna como las que tienen en jaulas en los molinos fluviales, para que Astaroth no mee sobre la harina (N. de. A.)




LA DANZA DEL MEDIODÍA

Patas de roca luz y mar.

En el ardor del mediodía, el aire
Tembló, se espesó y sombras
Se agitaron con sususrros flacos y sedientos
Danzando su escuálido exilio

Te arrastré luego hasta la cueva y hacia lo profundo
Sobre la arena te desabroché el cinturón...

Cayó el sol; exhaustos
Extendimos nuestros miembros hacia la infinita
Noche del desierto...

Me despertó la risa de los rayos
Sobre las piedras húmedas;
En tus senos dos guijarros verdes
Tus dientes gemas incrustadas
Y en tus ijares un viento pelágico
Arrastraba su arco refrescando
Los ojos de mi memoria con objetivo
Profundamente nostálgico
                      y dije: "Levanta
                      querida,
                      para coger número
                      me cansé
                      de las cosas eternas".

Patas de roca luz y mar.




 VIERNES SANTO

Hablando con luz vaciaste el Sol;
ahora el Sol se halla en eclipse
y tú su corona de espinas llevas.




SIEMPRE AQUÍ

No hay tema; estoy aquí; estoy siempre aquí.

Escribí la Canción del Arpista en el 2000 a.C. en Egipto.
Escribí La Odisea en el 800 a.C en Jonia.
Escribí el Tao Te King en el 600 a.C. en China.
Escribí en el siglo XI en Konya el Masnavi o Manavi.
Concluí exiliado en Rávena la COmedia que Bocaccio denominó
Divina.
Escribí  La Mujer de Zákinzos
Los Cuatro Cuartetos
Zorzal
Mantraspenta.

No hay tema; estoy aquí; estoy siempre aquí.

                                                                                                       1985




LIBRO MUNDO

Sólo un libro se ha escrito
y se ha escrito con cosas y no con palabras.

Sólo un lbro se ha escrito
y se ha escrito desde el Mundo con el Mundo para el Mundo.

El Mundo es el libro del Mundo.

*

Fin no tiene el Mundo ni principio;
pero el poeta al descubrir el Mundo
es como si lo construyese desde el principio.

*

Sólo hay un libro que leer
y éste es el libro del Mundo.

*

Que escribo querrá decir que leo el libro del Mundo.
Todos mis escritos no son más que subrayados en el libro del Mundo;
todos mis escritos no son más que notas, pinturas,
en los márgenes de sus páginas.

Que escribo querrá decir que muestro a la gente
que intento compartir con ella
la belleza o el horror que leo en el libro del Mundo.

Porque nadie soporta leer a solas el libro del Mundo.


                                                                                  Éfeso, Templo de Ártemis, 1988 A.D.




LA SOLEDAD Y EL MARTIRIO DE MANSUR HALLAY
(26 DE MARZO, 922, día martes, Bagdad)

Fue acusado
de estimar mucho más a  Jesús que a Mahoma;
de escribir libros y de llenarlos
de pinturas, como los griegos
(cosa que la fe prohibía).
Lo llamaban hereje porque decía
que el centro de adoración no se halla sólo en La Meca sino en todas
partes.
Y la copa de los fieles rebosó cuando dijo
"Ana al-jaqq" (Yo soy la Verdad)[1].
Lo detuvieron, lo juzgaron, lo condenaron.
Y cuando le cortaron manos, pies, nariz, orejas,
en absoluto gimió, en absoluto habló.
Y cuando le arrojaron piedras permaneció tranquilo como si le
hubiesen arrojado flores.
Sólo por un momento se estremeció;
cuando uno de sus amigos se atrevió
a lanzarle una flor.
Entonces se estremeció
y mostró que sufría como si le golpeara una piedra.




EL SEÑOR GLICKSBOURG [2]

"Acate las inclinaciones de un niño
desde el instante en que respire aire puro
pero a un cincuentón que nada sabe
no le vale el respeto".
Por supuesto lo digo por el señor Glicksbourg.
Ya pasó de los cincuenta y todavía
quiere a toda costa el pobre
convertirse en rey de Grecia.
Me pregunto: ¿no lo entiende?
¿Nadie se lo susurró?
"Pero señor Glicksbourg", díganselo, "Grecia
tiene reyes y príncipes,
sus poetas".

                                                                Atenas, 1993




VENGO

No sé si fue Ritsos u Homero
el que me convenció para entrar en el Caballo de Troya
teniendo sólo una espada y un espejo.

Vengo del desierto allí donde la arena
es la aflicción de cada forma.

Vengo de las Osas llevando
un fardel de estrellas y sosteniendo
en la mano una máscara de luna.

Vengo de la choza tejida con ramas refulgentes.
Vengo de una casa hecha de espejos.

Vengo del desfiladero curvo como espada
hecha mitad de nieve mitad de flores.

Vengo de las orillas del río montañés
allí donde cataratas ascetas
se mantienen de pie en las pétreas tinajas.

Vengo del Norte; con patines de hielo
dos medias lunas, sin parar me deslicé
sobre las nieves durante tres mil años.

Vengo de las tribus de los tártaros; soy el general
que degolló a Attar[3]y también soy
el mismo Attar y el cuchillo que lo degolló.

Vengo de la negra galaxia de las hormigas que arrastra
una mariposa muerta como si fuese
el velero de un ángel como si fuese
Ícaro tras su caída.

Vengo de Grecia que eleva
con la mano el Peloponeso y disemina
a su alrededor las islas para que no esté
solo extendido en el mar.

Vengo del agujero de una rama podrida
en el que oficiaba en traje de abeja salvaje
o en el que llevaba talares vestiduras de mariposa.

Vengo de allí del atardecer
de Tesalia, donde pastoreé
durante mil años un rebaño de llamaradas.

Vengo del libro de Anaximandro; en él
me enncuentro siempre doquiera que vaya.

Me preguntan de dónde vengo.
                    ¿Qué decirles?
No me entenderían.
                     Y luego
me llevarían atado al psiquiatra.

"Vengo", dije, así de simple, "de Agrinio",
escondiendo cuanto pude en esta palabra
lo "agrio", la "n", la "i" y sobre todo
la "o", que es venero y veneno,
casa mía y espejo y laberinto (pero sí
el más complejo laberinto y que parezca
tan simple, un ínfimo anillito).

                                                                                 Salónica, 1994




Y SI CUAL DELFÍN

Y si cual delfín salgo del sueño y me sumerjo de nuevo
                   en el sueño intentándolo
una y otra vez
es porque rondo aquél sueño el más profundo,
                     el absoluto,
                     el olvido
del que matutino despertaré al alba del mundo
lirio y agua fría
                    y con pestañas
                    rayos.




MICENAS

Llegamos al mediodía y ascendemos
hacia los palacios de Agamenón
el aljibe y los antiguos apriscos. Atravieso
la Puerta de los Leones, siempre
por última vez.
Heroicas, grandes piedras. Y sin embargo
su Puerta Oriental muestra que
los héroes tenían más o menos claro mi estatura. Oh Sol
mi antiquísima careta áurea, te llamo
y aquí entro en el enorme sepulcro y continúo
y distingo a la derecha una nueva puerta más pequeña y me detengo
y me reflejo
                 en la oscuridad: Oscuridad.




HISTORIA NEOGRIEGA

Veinte años llevo sembrando tabaco; veinte años de
brotes, escardaduras, riegos,
labranza, más labranza y rastrillaje
y plantación y escarda y riego y acumulación y enristrado y selección
e insolado y corte y al final
agavillado
para que venga el mercader a tasar
el 66 por ciento para el estado
el 27 por ciento a su bolsillo
y el 7 por ciento para nosotros
y dentro de eese siete por ciento
estarán abonos, riegos, labranzas, mano de obra,
nuestro curro, nuestras deudas y la vida
que quiere la vida y nada
fuera de ella la consuela.

Si la mitad emigramos
si ya no tenemos seguridad
y no nos saciamos con el descanso y el sueño y la comida
no es porque no trabajásemos
no es porque no ahorrásemos
no es porque no fuésemos los afortunados;
es porque nos robaron y nos roban:
No fueron los persas ni los venecianos
ni los turcos ni los alemanes
sino nuestros
jenízaros de le riqueza y la cultura
políticos y académicos
                               Iglesia y empresarios.
Es porque nos robaban
                              y nos roban.

                                                                                                          Agrinio, 1976





 NOTAS AL TEXTO

[1]. Esta expresión se halla en uno de los dos "Poemas que le acarrearon
la condena" (vid. Mansur Hallay, Diván, edición y traducción del árabe
de Milagros Nuin y Clara Janés, Madrid, Ediciones del Oriente y del
Mediterráneo, 2002, poema n° 13, p. 59). Nuin y Janés traducen: "Yo
soy la Verdad, y la Verdad es Verdad para la Verdad./ Revestida de Su
esencia la diferencia no existe".

[2]. El poeta se refiere a Kinstantinos, ex-rey de Grecia, cuyo apellido
familiar es Glicksbourg. Las autoridades griegas le pidieron a él y su
familia que se identificaran con este apellido como condición sine que
non para entrar en el país, algo que la ex-familia real, algunos de cuyos
miembros viven en Londres, no ve de buen grado.

[3]. El poeta místico persa Farid ud-Din Attar (¿1120? - 1220), autor del
poema "El lenguaje de los pájaros".


Traducción de Mario Domínguez Parra



YANNIS YFANTIS (GRECIA, 1949)

    

junio 17, 2012

LA CONVERSACIÓN DE LOS SANTOS - ALICIA STEIMBERG




 -¿No vio un peine grande color violeta? -le pregunté a Juanita.
-¿Un peine grande color violeta?- repitió ella, que con seguridad lo tenía en su poder desde el día anterior-. No, señora, no lo he visto.
Busqué y busqué, mientras Juanita también buscaba o fingía buscar conmigo. Finalmente se me hizo tarde y salí sin el peine.
-Cuando se pierde algo en la casa hay que pedirles que lo encuentren a San Cosme y San Damián -dijo Juanita desde la puerta mientras yo esperaba el ascensor -. Si está en la casa va a aparecer.

Tomé a Juanita porque no se presentó ninguna otra candidata, y a pesar de su aspecto de trotacalles. Era un poco regordeta, de piel oscura y pelo teñido de rubio, boca pintada de rojo bermellón, los ojos invisibles tras los anteojos oscuros, oblicuos, con cristales como espejos. Cuando se sentó frente a mí se alzó los anteojos y los dejó apoyados en lo alto de la cabeza. Tenía ojos pardos, muy brillantes y curiosos. Era de la provincia de Corrientes, de un lugar cerca de Goya. No sabía quién era su padre, y dijo que su madre le pegaba con una escoba. No sabía cuantos hermanos tenía. Sus abundantes pechos casi le hacían estallar la remera blanca que decía KANSAS CITY.
-Si me hubiera visto cuando llegué a Buenos Aires, señora. Flaca como un palo y con las zapatillas rotas, y la valija de cartón atada con un piolín. Pero tuve la suerte de encontrarme con el Tuerto, que tenía una agencia. Me dijo que me iba a conseguir trabajo enseguida, y me llevó a su casa.
-¿Una agencia? -pregunté con inquietud.
-Cuando una acaba de llegar -replicó Juanita -, ¿quién la va a tomar sin referencias?
-¿Las referencias las daba el Tuerto?
-No, las daba una amiga del Tuerto que sabía hablar como una señora. El Tuerto le pagaba para que diera las referencias, no mucho, pero ella igual sacaba bastante con las propinas que le daban en el baño de damas del cine Metropolitan.
Yo estaba cada vez más inquieta, porque ni siquiera le había pedido referencias a Juanita, pero sí a muchas otras que vinieron antes, y quien sabe cuántas veces me las habrían dado las amigas del Tuerto.
El día de su llegada a Buenos Aires, cuando Juanita se encontró con el Tuerto, él la llevó a tomar un licuado de banana con leche en un barcito cerca de la estación.
-Me quedé una semana en la casa del Tuerto, y el sábado me llevó al baile. Allí oí decir que el Tuerto explotaba a las mujeres, pero no es cierto, señora. A mí nunca me mandó con un hombre. Me daba bien de comer, me regaló ropa. No quería que fuera a pedir trabajo así, flaca y mal vestida como había venido de Corrientes.
Juanita levantó la tapa de la pulida cacerola donde se cocinaba el guiso, dejando salir una nube de vapor con un aroma delicioso, pinchó algo adentro con un tenedor y volvió a taparla. Sonrió, descubriendo su perfecta dentadura. ¿Era verosímil que el Tuerto la hubiera tenido una semana en su casa, engordándola, vistiéndola, pintándola, nada más que para ponerla a trabajar de sirvienta?
Francisco y yo nos sentamos a la mesa impecablemente tendida. El había sacado un Cabernet muy bueno, demasiado para el guiso que íbamos a comer.
-Es que no pude encontrar otro que teníamos -explicó-. Juanita, ¿usted no vio una botella...?
Absurdo preguntarle a Juanita si no había visto una botella que jamás pudo haber salido sola del barcito a dar un paseo por la casa, puesto que el único que abría el barcito era Francisco. Yo no bebo otra cosa que agua.

-Hoy se le perdió la billetera -le dijo San Cosme a San Damián.
-También el cepillo de pelo con mango de plata -dijo San Damián.
-Ayer no encontraba la lapicera de oro -dijo San Cosme.
-Y hoy buscaba una prenda interior de encaje -prosiguió San Damián.
-¿Dónde estará el segundo tomo de su Diccionario de la Mitología Griega? -preguntó San Cosme.
- Está en el cuarto de Juanita -respondió San Damián.
-¿Quién es Juanita?
-La joven correntina que trabaja para ella.
-Tal vez se lo escondió por puro gusto.
-No. Lo estaba leyendo Francisco cuando Juanita apareció en ropa interior en la puerta del living, y él la siguió a su cuarto.
-No me digas que viste eso, Damián.
-Si no viera lo que pasa en los hogares, ¿cómo podría encontrar los objetos perdidos?
-No está bien que un santo vea ciertas cosas.
-Para ti es fácil hablar así por la forma en que nos hemos dividido el trabajo: tú tomas los pedidos y yo me dedico a buscar.
-¿Y encuentras algo de lo que pierde la señora?
-A veces sí. Un reloj pulsera en el cajón de los cubiertos, un perfume francés en la heladera. Juanita los deja unos días en esos lugares, y si la señora no los reclama los roba definitivamente. La señora cree que es ella misma la que pone las cosas en lugares insólitos porque sufre de stress.
-¿No habría que hacer una denuncia?
-Eso no nos corresponde a nosotros, Cosme. Sólo tenemos que encontrar lo perdido. Ahora debo ocuparme de esa vieja señora de Temperley que perdió otra vez los anteojos.

Los sábados a la noche, mientras Juanita bailaba con un hombre, siempre había otro que le mostraba un cuchillo. Me lo contó Juanita en la cocina mientras revolvía el guiso. Y agregó:
-Usted también habrá sido joven, señora. A usted también le habrá gustado ir a bailar.
Entonces yo tenía treinta y cinco años, y nunca había oído hablar de mi juventud en pasado, y mucho menos como dudando de que esa juventud hubiera existido alguna vez. Fingiendo indiferencia le contesté:
-Por supuesto, mija, cómo no me voy a acordar.
Unos días después de la desaparición del peine volví a casa más temprano que de costumbre y Juanita no estaba en la cocina. La encontré en su cuarto, con la puerta abierta y en ropa interior, sentada en la cama deshecha y con la respiración anhelante. Estaba tratando de recuperar el habla cuando se abrió la puerta del placard, y tuve miedo de ver salir de allí al hombre del cuchillo, o al que bailaba con Juanita y también tendría un cuchillo, pero el que salió trabajosamente del placard fue Francisco.

A Juanita la eché esa misma tarde, pero el incidente no precipitó el divorcio. Al contrario, reavivó fugazmente las llamas de la pasión entre Francisco y yo. Tiempo después nos separamos, en buenos términos. Sin embargo, nunca puedo evocar a Francisco sin verlo salir de ese placard, triste y ofendido, como si yo tuviera que pedirle disculpas a él.



 (de "Vidas y vueltas", Adriana Hidalgo Editora, 1999.)


ALICIA STEIMBERG (ARGENTINA, 1933-2012)



junio 12, 2012

POEMAS DE VÍCTOR "EL CHINO" VALERA MORA

Foto: Vasco Szinetar


TENDRÁ QUE SER ASÍ

Sinuosos tiempos, estaciones, caminos que nos tocan,
propicios para el heroísmo más completo
o para guardarnos como cautelosos erizos.
Tempranamente fuimos aventados al margen de las cosas más simples y necesarias,
clavados con alambradas alrededor de nuestra sangre
y candados en la boca para oscurecernos.

No tenía remedio
la vida atada a lo melancólico.

Terribles días.

Pero recoge las páginas donde los enamorados escriben cortando con navajas,
revisa los libros
busca en las grandes piedras talladas y en los manuscritos del mar,
desde Gutemberg hasta las dos Declaraciones de La Habana
busca, acumula, reúne, clasifica,
sal a la calle con balanza y metro, pesa y mide
blanco y negro, amor y olvido, agua y fuego,
filo geográfico y campana celeste.
Al final todo más claro.
Bañamos nuestra cabalgadura solo una vez en aguas del mismo río.

Camina a paso de monte y hazte amigo del viento
que llevará los pesares al sitio de tu arrebato.
Que los solitarios no te enfaden, pero resuélvete en multitud.
Habla lo necesario con la gente sencilla
y a su lado vive con ardor.

A los soberbios embóscalos, tírales por mampuesto.

Si nada tienes llénate de coraje y pelea hasta el final.

No te amargues.

Agarra a la amargura por los cuernos y rómpele la nuca
y si la muerte te señala, sigue cantando
y en el primer bar que encuentres pide un trago de viejo ron
y bébete la mirada de la novia y bébete su risa
y la proximidad de su cadencia y el saludo de su cabellera.
Bébete la vida.

No hay que dejar que el camello de la tristeza pase por el ojo de nuestros corazones


CANCIÓN DEL SOLDADO JUSTO

"A los montes me voy, me voy completo
y espero regresar de igual manera
Si me cortan las piernas y las manos
asiré el caminar con los anhelos
Si me arrancan los ojos y la lengua
nueva guitarra agitará banderas
Si me quitan la tierra donde piso,
yo vengo desde un río de asperezas
que antes me llevó y ahora me lleva
Si me tapan los oídos con que oigo
a mis hermanos pálidos y hambrientos,
hablaré seriamente con el aire
para que se abra paso hasta los sesos
Y si una bala loca se enamora
de mis sienes violentas,
yo seguiré pensando con los huesos
Me voy a despeñar sobre los crueles
que han hecho de la patria un agujero
y si no asiste el pecho a la camisa
y me matan de muerte sin lucero,
esperadme, os lo pido caminando,
que yo regresaré como los pueblos
cantando y más cantando y más cantando".


NUESTRO OFICIO

Por este empecinamiento del corazón
en hacerse horizonte por completo:
nosotros, que hemos participado
en los grandes acontecimientos históricos,
que hemos ayudado en lo construido
aún con un poco de tristeza,
digamos, casi mucha.
Guardamos
toda nuestra radiante alegría
para lo que construiremos
cuando el pueblo llegue.
Podemos caer abatidos
por las balas más crueles
y siempre tenemos sucesor:
el niño que estremece las hambres consteladas
agitando feroz su primer verso.
O el otro, el de la disyuntiva,
que no sabe si hacerse flechero de nubes
o escudero del viento.
Jamás la canción tuvo punto final.
Siempre deja una brecha, una rendija,
algo así, como un hilito que sale,
donde el poema venidero pueda
ir halando, ir halando, ir halando,
halando hasta el mañana.
Nosotros los poetas del pueblo,
cantamos por mil años y más...


CERCO

Desempleado, sin un centavo en el bolsillo,
sin combates, sin nada que hacer,
digo, no tengo acceso a la alegría,
no tengo derecho al más pequeño de los saludos
y menos aún al amor.

Sólo la blasfemia me es dada, sólo la blasfemia
y las hambres mas hondas me son dadas.

Pero sabedlo,
esto no va a durar toda la vida.

Vosotros devoradores de la canción,
que durante sombras seculares me habéis tenido
acorralado en este cerco de tristezas:
¡escuchadme bien!
es cierto que estoy hecho para grandes decepciones
y cierto también, preparado,
para inexorables alegrías que vendrán.

Tengo necesidad del mañana
no me juzguéis cruel por mis actos.


POEMA EN TORNO A UN MARINERO
Torre del mar, tú seguirás cantando.
PABLO NERUDA

Recuerda, Luis Camilo.
Recuerda aquel domingo que llegué a tu casa,
soltero al sol, lleno de voces fáciles,
voces silenciosas, casi de amigos íntimos.
Tal vez el mar se nos quedó muy lejos
(ahogado en algún rincón del mundo)
Recuerda que sentimos al mismo tiempo nuestra propia distancia
El mar marino con los hombres cansados de torres petroleras.
Torres de acero frío, pero coronado de botas y fusiles.
Las torres petroleras no cantan Luis Camilo.
No pueden cantar.
Escupen, escupen sombra, latigazos que nos llagan el alma
No hablamos de pescadores
saliendo de la vida
con grandes canastos llenos
de peces de vela de marinos.
Tan sólo lloramos en silencio,
silenciosamente con vergüenza homicida.
Hoy en el pelo sufres las terribles paredes
donde tu voz y tu familia habitan,
difícil para tus ojos de Porlamar errante,
para tu verso estibador de antiguos camaradas.
Lanza de luz, es tu sonido
gaviota en pie de guerra.
Limonero del mar, hortelano
cantor de vuelo y roce.
Tu corazón, esquila y alborada,
abriendo todos los párpados caídos.

Vivo despellejando el horizonte,
gritando fuertemente
al oído del hombre, al ojo de la tierra:
--¡Este poeta es pulso y sangre enarbolada,
potro crepuscular
viene del mar en llamas y a golpear el viento!
No pasará la muerte mientras siga tu canto
rompiendo todo parque sin luna,
toda mirada triste y escapada
en este golpe de sal a las espigas,
el folletín bancario, llamado "Casas Muertas",
este sueño de cuentos infernales.

Nos abrazaremos en el camino más ancho de Venezuela
y hablaremos de marinos, Marinero.


San Juan de los Morros, 1956

De "Canción del soldado justo" (1961)


SIEMPRE LA GUERRA

Todo esta lejos de haberse hundido
el arca y los nuevos profetas
mas dignos que el nivel de las aguas
Vivimos
Seguiremos combatiendo
La felicidad es difícil de atrapar
Quien lleve rama de olivo en el pico
no debe anunciarse ante el incendio
Es de alegrarse
Del monte bajaran barbudos gavilanes
Incorruptibles y será la liberación
Estamos lejos
El panfleto y las consecuencias inmediatas son míos
Yo me celebro en la poesía como quien celebra su boda en un cuchillo
Soy el testimonio más fiel de mi país en guerra
Un día se resolverá el fuego de mi vida
La rata dorada dio un salto en el vacío.
(1964)


AH, MI PAÍS

Ah, mi país, qué pródigo con tus muertos
y qué rencor con quienes viven
Ah, mi país, cómo regalas coronas fúnebres
a los hundidos en las sombra
y en cambio tantas estrellas mezquinas
a quienes respiran todavía sobre tierra
Si tienes un lirio y un clavel
ponlos frente a los ojos
de quienes ven la luz mostrar su fuente
y pueden sorbo a sorbo probar el agua
de la gracia del mundo y sus germinaciones.
Ah, mi país, con nosotros abstente
de graves elegías por el amor que regalamos
sin causa de gloria y sin fin ni esperanzas
de vana inmortalidad
Guárdate tus halagos y danos una señas
de que los latidos que nos animan
no son piedras de estatua.


POR QUÉ DIABLOS PONERSE UNO A LLORAR

He llegado tarde al reparto de los panes.
He llegado un poquito después de quien me fue invitando.
Hoy con mi peso y estatura
y unas ganas terribles de sentarme a comer
sin modo con qué hacerlo.
Hay razón,
pero no puedo asolarme en las aceras
a llorar con la cabeza entre las manos.
Jueves exactamente a una y cuarto de esta agonía
en "Los Núñez" el señor presidente
debe tener ya la barriga repleta.
El cardenal en palacio con su barriga repleta.
Los socialcristianos ahítos de carne humana.
Banqueros empresarios gerentes usureros
con las barrigas rebosantes de plenitud
acariciando el orgullo del cigarrillo
y entonando, todos, loas al cielo:
-"Oh qué hermosa es la vida".
-"Cuánto nos queda por vivir".
Pero no es solamente en mis asuntos
donde aletean voces hambrientas.
No soy yo solamente.
Somos miles y miles de desempleados,
millones de campesinos sin tierra,
los obreros recibiendo su salario de miseria
al final de cada jornal de muerte.
Entonces, digo aquí mismo.
-Por qué diablos ponerse uno a llorar,
si no estamos solos a una y cuarto exactamente.


AMANECÍ DE BALA

Amanecí de bala
amanecí bien magníficamente bien todo arisco
hoy no cambio un segundo de mi vida por una bandera roja
mi vida toda la cambiaría por la cabellera de esa mujer
alta y rubia cuando vaya a la Facultad de Farmacia se lo diré
seguro que se lo diré asunto mío amanecer así
esta mañana cuando abrí las puertas con la primera ráfaga
alborotando tumbando todo entraron a mis pulmones
los otros poetas de la Pandilla de Lautréamont
grandes señores tolerados a duras penas por sus mujeres
al más frenético le pregunto por su libro vagancia city
como me gusta complicar a mis amigos los vivo nombrando
el diablo no me llevará a mí solo
ella antiguamente se llamaba Frida y estaba residenciada en Baviera
en una casa de grandes rocas levantadas por su amante vikingo
sus locuras en el mar de los sargazos
hay sol hasta la madrugada y creo que jamás moriré
sin embargo deseo que este día me sobreviva
soy desmesurado o excesivo y no doy consejos a nadie
pero hoy veo más claro que nunca y quiero que los demás participen
hermoso día me enalteces desenfrenada alegría
no tengo comercio con la muerte no le temo
llevo en la sangre la vida de cada día soy de este mundo
bueno como un niño implacable como un niño
guardo una fidelidad de hierro a los sueños de mi infancia
en este punto soy socrático él y yo elevamos volantines
restituimos la edad de oro el "qué habrá" al final del arco suspendido
ahora mismo se está mudando un río
hoy una morena de belleza agresiva me dijo pero si estás lindo
entonces yo le dije acaso no sucede cada dos mil años pierdo el hilo
día de advenimiento de locos combates de amor a altas temperaturas
desnudos nos hundimos en las agua del mismo río


OFICIO PURO

Cómo camina una mujer que recién ha hecho el amor
En qué piensa una mujer que recién ha hecho el amor
Cómo ve el rostro de los demás y los demás cómo ven el rostro de ella
De qué color es la piel de una mujer que recién ha hecho el amor
De qué modo se sienta una mujer que recién ha hecho el amor
Saludará a sus amistades
Pensará que en otros países está nevando
Encenderá y consumirá un cigarrillo
Desnuda en el baño dará vuelta
a la llave del agua fría o del agua caliente
Dará vuelta a las dos a la vez
Cómo se arrodilla una mujer que recién ha hecho el amor
Soñará que la felicidad es un viaje por barco
Regresará a la niñez o más allá de la niñez
Cruzará ríos montañas llanuras noches domésticas
Dormirá con el sol sobre los ojos
Amanecerá triste alegre vertiginosa
Bello cuerpo de mujer
que no fue dócil ni amable ni sabio.


 MÁS QUE HOMO LUDENS

Esa rosa atravesada en la conversa
puede ser el anuncio o el destello
lo digo yo que he pasado y visto pasar
terribles situaciones
Entonces
si la poesía no es hecha por todos
el asunto de los llamados buenos poemas
está en que los seres y las cosas
inmediatos al poeta sufren la tragedia
Por eso el desamparo y el terror
de semejante aventura.


VE Y ATRAPA UNA ESTRELLA VOLANTE

2

Cuando el príncipe Felipe Fermoso
descendía la escalera del carro imperial
todos los caballos blancos enmudecieron
ante el grave perfil de su dueño
Y TUS OJOS LAURA MÁS ALTOS
QUE LOS MONTES NEVADOS DONDE TÚ NACISTE
ADONDE NO QUISIERAS REGRESAR
Felipe Fermoso tenía veinte años
y su alegría era la cabellera suelta
de la única hija del hijo de un antiguo
vendedor de fogatas
Y ME DECÍAS QUE LA NIEBLA Y EL FRÍO DE NAVAJA
HERÍAN TUS OJOS
TUS OJOS QUE SOLO SON LIBRES A LA ORILLA DEL MAR
Desde el sitio de Granada
caballeros vestidos de rigor
trajeron la noticia de la muerte del rey
y el desconsolado corazón subió al trono
sin poner ni quitar nada a su nombre
Y TUS OJOS QUE LLEVAN EL NOMBRE DEL RÍO
DONDE SE HUNDEN LOS SUEÑOS
y llegó el día
una nube de moros y ángeles crueles
oscureció el cielo del reino
Felipe ayudado por los hombres
peleó bravamente
pero los ríos eran más poderosos
que los pobres de la tierra
y tuvo que sucumbir y fue aventado
por sobre los vientos de la mar Atlántica
Y TUS OJOS PARA SER INFIEL
Y EL SOL DE LOS VENADOS EN NUESTRAS MANOS
en 1567 Felipe vino y fundó
el Este de la ciudad de Caracas
y sobre las paredes y los puentes grabó sus memorias
Y LOS VIAJES DE REGRESO Y LA MÚSICA DE JAZZ
Y TUS OJOS LAURA Y LOS POETAS LOCOS BAJO LA LLUVIA
esta es la historia de Felipe Fermoso
que fuera príncipe y rey
y que nadie ni yo ni nadie dirá a ciencia cierta
cuándo se pondrá el sol en la barba
del más bello poeta destronado
Y COMIENZA MI REINO SOBRE LAS DOS COLINAS
DE TUS OJOS CÁLIDOS Y EXTENDIDOS
COMO EL MAPA DEL CONTINENTE EN LLAMAS


TEORÍA Y SOLFEO

Cuando amo despejo las terrazas
La noche es el sol contenido en los huesos
de las bestias muertas
Mis espaldas hendidas por la mecánica celeste
En tu cuerpo me tenso como un arco
y derribo las puertas y estallo en las alturas
y la rama dorada se me ofrece
Voy hasta el fondo
El asunto es de pura animalidad
Somos tú y yo y la poética.
De "Amanecí de bala" (1971)


EL CAMINO

 Vecino a mis propósitos
           --La verdad puede discutirse
           y es un material esencialmente polémico
           Pero el error es implacable e invencible
                  y porque yerro es
                                                     en el vivo
He tomado el camino ancho como un cabello
y tal vez dé con mis huesos y mis sueños
                                en el fondo del abismo
Sé de muchas cosas y otras tantas ignoro
y también sé que el talento
                    no es una simple posesión
sino una responsabilidad
                    bastante peligrosa por cierto
Este es mi pensamiento
y lo digo
              no importa las consecuencias
Hoy no tengo ni un clavo donde amarrar un gallo
y un fuego distinto a otras artes me sostiene

LABERINTO

Yo he bebido aguas de oro de la mujer amada.
Yo he bebido sangre sudor y lágrimas
de la amistad de la mujer amada
Vapuleado por los celos y las incomprensiones
he bajado a los dos infiernos y he visto
una gran sombra y una puerta secreta.


De "Del ridículo arte de componer poesía" (1994)

MUDANZA

El paso que has dado
no te acerca al desastre
Sabemos
hay un viejo pleito
entre distancia y olvido
Una sorda querella
entre esos dos tormentos sin concilio
Ud. se ha ido un poco más lejos
también un poco más alto
e inaccesible un poco también
Pero no terror, no tristeza, no valium


RETRATO

En Valera donde a Isidoro Antonio y a Elena
Se les ocurrió semejante arbitrariedad
los peces no duermen
porque los ríos tienen techo de zing
Y como no he sido nombrado
Para hacer el ridículo papel de zurcidor
de amores desleídos y rotos
digo aquí no más con mis rabietas
que soy el convidado de bahareque
el sacudido por las pasiones
el que desemboca donde nace.



LAS MUJERES NO ME DAN SOSIEGO

Las mujeres no me dan sosiego
por eso mi vida siempre ha ido mal
cuando va bien va peor
siempre ha ido muy mal
la que me toca apenas se queda esperando
ver mi corazón volar hecho pedazos
algún día será de otro modo
Sísilo hermano de la costa
Filibustero
aún no hemos perdido nada
nos quedan las manos es un prodigio
el sinfín de cosas que se pueden hacer
yo sólo pido que me dejen usarlas
meterlas en la candela
nunca como esta noche tantas mujeres en la calle
me niego a dormir parece comienzo de mundo.


CONFESIONES DE UN PAPELERO ESTRAFALARIO

Confieso que mi ya famosa terquedad
ha de permitirme un día
conducir la patria de papeles por un desierto.

Confieso que mi desprestigio no tiene límites
que soy desdeñoso en el vestir
lo que se dice un desastre de la moda.

Confieso que me gusta estar
entre mis viejos alegatos y los amigos
y las canciones que dan en el alma
y los tragos y los asuntos del corazón
y no colgar deshecho en llanto
de una viga de corbatas.

Confieso que la novela camina más rápido
que la poesía
pero no llega tan lejos
que en mi primer millón de años
de posteridad seré llamado
el impecable caballero de las tinieblas.



SEIS

            (tablero de radio 1930)

Yo vine a la ciudad porque deseaba verte
y disqué el número de tu casa y del otro lado me respondieron
"temprano arregló las maletas y se marchó"
entonces pregunté por dónde y me dijeron
anoche durmió tranquilamente
y dije que no entendía
en este instante viaja camino de Ontario o Capetown
o quizá esté volando sobre Damasco o Mar del Plata
o Johannesburg o Port Maritzburg o Durban
Y EL SUEÑO DE TUS OJOS ERA LONDRES
y cada vez entendía menos y dentro de poco
revisarán su equipaje y su pasaporte en Trichy
en Delhi en Calcuta en Bloemfontein
y no hallaba dónde ponerme cuando servían
un ligero desayuno en un café de Nanking Road
de Pretoria de Colombo de Bombay de Tirana
Y EL SUEÑO DE TUS OJOS ERA LONDRES
yo golpeaba mis sienes para comprender y tú
vestida de invierno por las calles de Dublin
de Moscú de Kimberley de Madrás de Sidney
y no veía el motivo y por favor señor
"corte la comunicación" es tarde ya
Laura duerme desnuda en la pinacoteca del Vaticano
en el templo de Siva en algún lugar de Sarajevo
de Brazzaville de Dakar de Melbourne
Y EL SUEÑO DE TUS OJOS ERA LONDRES
entonces yo dije ahora sí que me desgracié
y regresé al pueblo y abrí el libro de John Donne
para ver por qué te gusta tanto la ciudad en tinieblas
y después mirando papeles personales encontré que en 1930
ni tú ni yo habíamos nacido ni los aviones eran tan veloces
PERO EL SUEÑO DE TUS OJJOS ERA EL MUNDO EN REDONDO


MASSERATTI 3 LITROS

A seiscientos kilómetros por hora cuestiono todo
no tengo paz ni sosiego y digo cuestiono todo
me dejo llevar me gusta cuando me sucede
el animal que soy sobre las catedrales husmeando
mi desmedido desenfado mi boca salvaje
cerrando y abriendo puertas espantosas
la micromáquina filmadora de sueños
una escalera una antorcha para quemar la nueva Babilonia
desde arriba y desde abajo asalto el círculo
esta noche dormiré en los tejados para no comprometer a nadie
de paso me orino en el parque de los escritores
nos conducimos por dentro y por fuera
enero sin suéter cuello de tortuga es conflictivo
nada cae por su propio peso menos la desdicha
a esta velocidad soy el único que ha visto lo lejos y lo inmediato del desorden
conozco tales deidades que me da risa
entonces he aqui al hombre que no tenia sombrero y necesitaba
trabajar con sombrero y salió a la calle con su mujer desnuda
sobre su cabeza y en la parada del carrito por puesto encontró a su amigo
del alma y éste le preguntó
-“Esa no es Eloísa” y el le dijo
-“Sí pero no creo que se note mucho” y el amigo del alma le respondió
-“Bueno la verdad que regular”
y cuando entró a la oficina se armó la grande y después
se hizo costumbre y a cierta distancia de tiempo
mandó a hacerle algunas reparaciones en aquellos lugares
donde se hacen hebillas y se componen sombreros y se la forraron
toda por dentro con tafetán rojo y le rodearon la cintura
con una cinta brillante
y no diga usted adornada con plumas de aves exóticas
porque el asunto es serio si lo sabré yo era tanta la necesidad
que se olvidó
y dejó a su mujer colgada de un clavito y se fue
y como todo alucinado que se estima no tengo remedio
lo que aún no hemos visto no es un cementerio de elefantes
ni un buque fantasma ni la consagración de la primavera
lo mío es un masseratti 3 litros
una potente máquina
una agonía de turbinas
mejor si trae consigo los sonetos a Orfeo
qué tiempo lleva escribir un gran poema
inscribirlo después en el grand prix de la posteridad
allá los que se desviven para que el tiempo no los mate
yo me pongo mi chaqueta al revés me voy silbando
miren que dije chaqueta
y dije camisa de fuerza y dije insulina y dije metrasol
pero no miren que no dije terapia ocupacional ni gallo tuerto
lo que aún no se ha visto no son mis celos rabiosos
ni los manuales de econometría para gerentes de empresas
hacen falta barras de dirección y puntas de ejes
alto octanaje y ácido de batería
yo le decía a Cecilia que ningún mundo de agua
era obstáculo para esas largas y bellas piernas suyas
hacen falta tuercas y tornillos rosca fina
despejados platinos y cigüeñales resistentes
al frío con los académicos comedores de ortigas
ahora es que va a dar guerra el Che
necesitamos vestirnos de monte
insurgentes o muertos sin memorias
trágame con cerveza amor mío soy una ostra
sangre de mi sangre
amor bajo el inventario de tus ojos
amor sin comprender que dos bastan para la cercanía
amor tienes que arreglar los papeles menos extraños
y tomar el avión en las estaciones del paraíso perdido
amor a quien miro con el sol derecho volar sin retorno
en el viento soluble
el viejo Orígenes consideraba
que entraríamos rodando en forma esférica
otro es mi problema para qué la poesía
todos los yanquis son unos hijos de puta
hay que matarlos donde estén
no puedo vivir sin conflicto
esta mañana amanecí locamente enamorado de Corea del Norte
yo quiero un estallido atómico
demasiado hemos trabajado para los dioses
en el resplandor del hongo haremos que trabajen ellos
más veloz tiro la casa por la ventana
el sabio penalista dice que el verbo hacer es ilimitado
podemos cantar bailar escribir leer
y también robar estafar violar ofender
en eso estamos hijos míos
yo convierto a las mujeres en armas de guerra
luego ellas deciden vertiginosamente
el comandante entró por las costas del nordeste
mi trago favorito es una parte
de vodka una parte de ginebra una sombra de limón
en este planfleto puedo romperme los dientes
mi vida vale un comino
vorazmente me gustan todas las cosas
mi rostro enloquece en el paisaje
me celebro en la poesía
como quien celebra su boda con un cuchillo
esto fue dicho esto ha sido sostenido
todo el mundo es la ausencia de todo sujeto
estoy sumergido
cuesta bastante mantener un buitre
poder explicar con certeza
cómo el futuro llegará  a vuestras vidas
decir predecir ahondar más hondo
siempre el infinito al desnudo
mi corazón es más luminoso
que todos los soles tragados por la tierra
No iremos al cine a ver la vida del siervo de dios
claro está que nació en isnotú del estado Trujillo
y como uno también es de ese estado
y qué diablos hace este señor aquí
me enerva el chovinismo de gran aldea
¡eh! guerrilleros
el tiempo de los verbos nada importa
según lo que hemos pesado visto y medido
vendrán dias terribles
el que piense llorar como un bendito
que vaya comenzando
yo dentro de la burbuja bailo pata pata
hoy recibí carta de mi amor mi amor está por llegar
escribo palotes porque esta agonía no es de hoy
esta agonía no es ni hija ni patrimonio de las armas liberadas
la muerte venezolana era ya sin nosotros
la muerte boba
la muerte sin papeles sin paga sin reclamo
la muerte arboladura de los poderosos
vieja costumbre mal acostumbrada
descomunal zamuro devorando vivos a los pobres
el orgullo lo que nadie puede negarnos
es la irresistible trasendencia desde nuestras caidas
y la violenta muerte del enemigo
aprendimos a matar salto adelante
hablamos largamente de la hipófisis
ese tirano desconocido sentado en nuestra silla turca
hay que echarlo afuera para que la confusion sea total
el problema es encontrar la puerta llenar el cuarto de agua
aun cuando en ello dejemos el orden el sub-orden la especie
la estancia del viejo linaje
debemos ahondar para seguir
no olviden cruzo el laberinto a seiscientos kilómetros
la raiz cuadrada de un rayo de luz más todos los sueños
estamos desquiciados pero ni esto tenemos de tontos
por eso dije críticamente
lo que aún no se ha visto es el país girar enloquecido
estoy en mi oficio
quién puede descansar en el filo de una hojilla
un barril de pólvora es un barril de pólvora
claro dirán los expertos qué mas puede ser
lo que yo digo es dónde conseguir uno para volar los códigos establecidos
uno se mete en cada lío de miedo esto no da dividendos
vivo en el mismo sitio cúantos querrán verme vestido de madera
hoy somos aire esparcido pero mañana
el hombre dobló la cintura hacia adelante
su ojo izquierdo rodó por tierra sin inmutarse
digo sin inmutarse el hombre no el ojo sería el colmo
luego tomándolo cuidadosamente lo colocó en su sitio
al instante moría de susto estaba al revés se vio por dentro
si quieres historia hazla tú mismo
urgentemente seguimos necesitando barras de dirección
la más radiante noticia de año nuevo
los comandos vietcong toman la ofensiva
desean algo más bien
para un sinfin de personas un pernil de cordero
o de ternera de leche de unos 2 kilogramos y medio
60 dientes de ajo 1 vaso de ron
2 décimas partes de un litro de vino blanco muy dulce
un poco de manteca de cerdo sal y pimienta
si empezamos al amanecer al atardecer el fuego estará listo
alrededor del más terrible tablero de ajedrez
cenarán algo que durante siglos viene rodando
pernil al ajillo a la manera de Heráclito de Efeso
luego vendrán unas truchas al vino rojo el más rojo
servidas bajo el resplandor de nuestras banderas
vivimos en un perenne combate
que cada quien elija su destino
un hombre camina dando y recibiendo golpes
atrás deja la semántica y los deberes ciudadanos
agua y pez al mismo tiempo
destruye lo posible para no ser aniquilado
nos obliga a llevar un vaho de pistolas en la nuca
que nadie duerma tranquilamente
¡oh! ese amor suyo por la guerra de los pueblos
ofendidos considerarán que esto no es un poema
y tienen razón tal ves una canción de cuna
ahora sé que estoy loco por completo
pero se acabó la cantinela se acabó la coba
a partir de mi la palabra es un escalofrío
ahi queda esto
subo y arranco mi potente masseratti 3 litros
rafagueante doy mis sesos contra un muro
después el otro infierno

Mérida, 1968


VÍCTOR VALERA MORA (VENEZUELA, 1935-1984)

junio 04, 2012

ITALIENISCHES LIEDERBUCH - J.R. WILCOCK




3. ¡Cómo enriqueces, cómo me enriqueces!

¡Cómo enriqueces, cómo me enriqueces!
Estaban algunos de los más ricos de Italia
y yo dije: "estoy a su servicio",
y pensaron: "es más rico que nosotros".
Olimpia albergó el más grande de los dioses,
Éfeso a Artemisa criselefantina,
yo tengo un teléfono y llamo a este número
y tú contestas y dices: "soy yo".


5. Sea como sea, este mundo es para ti.

Sea como sea, este mundo es para ti.
Me he preguntado muchas veces
para qué servía, y no servía para nada,
pero ahora, gracias a ti, se vuelve útil.
Haz la cuenta de la mercadería abandonada
por Dios y tómala, la han hecho para ti
milenios de hombres que no te conocían,
pero que trataban de prefigurar
en templos y tumbas de roca y bibliotecas
un estupor, como aquél que infundes
cuando sonríes y haces que el tiempo se detenga,
y todos enmudecen poseídos
y te levantas y dices: "yo me voy a la cama".
Duerme, al despertarte estará allí tu herencia:
una ciudad que fue harto famosa,
un río sucio cantado por los poetas,
el cine donde asesinaron a Julio César,
y en torno valles, montañas, mares, océanos,
y capitales, continentes, selvas,
y pirámides, versos, adoradores
de tu forma externa o interna,
y en lo alto el cielo y el sol, las estrellas y la luna
y sobre la tierra los animales obedientes
a ti que a fin de cuentas vienes a justificar
su extraordinaria variedad.
Todo esto te pertenece y no termina nunca.


7. Me rindo, soy tuyo, puedes tasarme

Me rindo, soy tuyo, puedes tasarme
y venderme en el mercado en un canasto
si quieres, de todas formas de la cesta
volveré a ti como un perrito
a hacerme vender de nuevo, pintado
a rayas o a cuadros, una cosa es segura:
este perro no cambia más de dueño.
¿Cómo es que yo que gozaba al poseer
gozo ahora siendo poseído?
¡Patas arriba, perro, panza al aire,
cola movida en tu paraíso!
¡La divinidad ha dicho tu nombre
y su voz te ha alcanzado la médula!
Ladra, corre, baila: ¡qué victoria
absoluta esta rendición incondicional!.

8. No digo ven conmigo, digo llévame

No digo ven conmigo, digo llévame.
Delante de un santo o de una virgen ¿quién
diría: "ven ¿vamos a Túnez?".
Y si la imagen saliera a dar vueltas
¿quién no querría acompañarla, quién?.
A treinta metros veo muy bien,
quisiera seguirte siempre a treinta metros,
y a veces, cerca de un río o de una fuente,
acercarme a ese fabuloso fulgor,
cuando duermes, reposas o sonríes,
para después a la noche recluirme en la oscuridad
y comprobar que brillo también por mí mismo
y que más allá del grabador
con tu voz registrada en la cinta
se condensan apariencias luminosas
que en otros tiempos se llamaban ángeles,
formas suspendidas, espíritus aprendices
que de ti quieren en aquellos extraños parajes
aprender pureza y ternura,
recato, verdad y otras artes angelicales
jamás vistas juntas, ni en aquellos lugares ni en otros,
o cómo se rinde una nación entera
bajando los párpados simplemente.


17. Déjate ver en tu desnudez

Déjate ver en tu desnudez
el mundo tiene necesidad de tu belleza
para alejar los malos pensamientos
que son siempre pensamientos vestidos,
haz visible lo sublime
sin importarte si provoca escándalo:
no caerá el firmamento cuando caiga
tu ropa interior y tu blusa,
sólo en los países fríos los dioses
llevaban tales indumentos. Después,
en este Olimpo elegido por ti como morada
con las nueve colinas de la Urbe a tus pies
será erigido un palacio lleno de espejos
y en cada espejo una imagen tuya reflejada,
y allí tendrán lugar las ceremonias de Estado,
los congresos, los exámenes finales,
en presencia de la verdad desnuda.


20. No estés mucho tiempo lejos de mí

No estés mucho tiempo lejos de mí
si no quieres que el recuerdo lo invada todo
y no deje más lugar a la presencia,
a menudo te veo bajo los árboles,
te repiten las calles, la bañera,
los cuartos, los discos, y el mar es igual a ti,
te tengo aquí en los ojos como un aparato
ofralmológico de precisión,
y también si subo al techo te veo,
no estés mucho tiempo lejos de mí,
no querrás diluirte en el espacio infinito
de mi vista que se extiende en los años,
cuando estudiabas conmigo en el '39
o cuando te aburrías en la Torre de Londres
llena de hierros negros en el '51,
y ayer en el valle de Caffarella
que ni siquiera te pareció lindo,
no querrás diluirte en el tiempo infinito:
no estés mucho tiempo lejos de mí.


24. Dos casas tenían por límite un arroyo

Dos casas tenían por límite un arroyo,
de este lado vivía una loca, del otro un niño,
y se hablaban de una orilla a otra.
Léelo, eso es un relato de amor puro
si hay algo puro en el amor.
Hablaban de plantas y de hurones.


27. Y ahora te veo entre las palmeras

Y ahora te veo entre las palmeras
durmiendo en un oasis del desierto
y a tu madre que vela tu sueño
bajo un cielo de nubes que huyen,
y ruega al viento que sacude las palmas
que no te despierte, que tienes el sueño ligero,
quién sabe por qué hacen tanto ruido
esta noche esas ramas en la noche,
la juventud del mundo está durmiendo,
tu madre ruega a los ángeles del aire
que hagan callar esas palmeras salvajes,
mañana el mundo te espera al despertar,
tu madre sabe, y yo también, que eres el día.


30. El sexto mensaje apareció en el cielo

El sexto mensaje apareció en el cielo,
era un anuncio, me parece, de la Firestone
que se erguía solitario en Campo Boario
con la siguiente leyenda: "con este signo vencerás",
pero en verde, porque el verde es mi color.
Y ahora lo veo de nuevo, también de día,
bendigo al Testaccio y sus alrededores
y sobre todo la esquina
donde frente a un semáforo en rojo
me fue concedido esperar el verde:
el sexto mensaje apareció en el cielo
y en aquel momento se fundieron los siglos,
huyó el tiempo con todos sus cadáveres,
miré aquel signo de triunfo y
me enamoré de ti: esta es la historia
de mi -llamémosla así- conversión.


31. Ahora estoy completamente solo

Ahora estoy completamente solo,
ahora que llenas mi universo,
este alegre universo en expansión
con galaxias, cefeidas, supernovas,
y tú detrás de cada grado del espacio,
que una palabra tuya contrae
y concentra en tu sola persona
de nuevo como un astro en pulsaciones:
no tengo más amigos, no tengo más interés por nada,
estoy aquí estudiando tu cosmografía,
tus emisiones de radio, tus sizigias,
más exactamente tu boca y tus ojos,
más exactamente aquello que está en el fondo de los ojos,
y todavía más exactamente, a ti.



3. Come arricchisci, come mi arricchisci!

Come arricchisci, come mi arricchisci!
C'erano alcuni tra i più ricchi d'Italia
e io ho detto «sono al suo servizio»,
e hanno pensato «è più ricco di noi».
Olimpia ebbe il più grande degli dèi,
Efeso Artemide criselefantina,
io ho un telefono, e chiamo questo numero,
e mi rispondi, e dici «sono io».

5. Comunque sia, questo mondo è per te.

Comunque sia, questo mondo è per te.
Mi sono domandato molte volte
a che serviva, e non serviva a niente,
ma adesso grazie a te ritorna utile. 
Fa il conto della merce abbandonata
da Dio e prendila, l’hanno fatta per te
millenni di uomini che non ti conoscevano
ma che cercavano di prefigurare
in templi e tombe di roccia e biblioteche
uno stupore come quello che effondi
quando sorridi e fai fermare il tempo
e tutti ammutoliscono rapiti
e ti alzi e dici, «io me ne vado a letto».
Dormi, al risveglio sarà lì il tuo retaggio:
una città che fu famosa assai,
un fiume sporco cantato dai poeti,
il cinema dove hanno ucciso Giulio Cesare;
e intorno valli, montagne, mari, oceani,
e capitali, e continenti e selve,
e piramidi, e versi, e adoratori
della tua forma esterna o quella interna
e in alto il cielo e il sole e le stelle e la luna
e sulla terra le bestie ubbidienti
a te che infine vieni a giustificare
la loro straordinaria varietà.
È tutto tuo e non finisce mai.

7. Mi arrendo, sono tuo, puoi valutarmi

Mi arrendo, sono tuo, puoi valutarmi
e vendermi al mercato in un canestro,
se vuoi, tutto sommato dalla cesta
io tornerò da te come un cagnetto
a farmi vendere di nuovo, verniciato
a strisce o a scacchi, una cosa è sicura,
questo cane non cambia più padrone.
Ma io che godevo a possedere
come è che godo a essere posseduto?
Giù sulla schiena, cane, pancia all'aria
scondinzola nel tuo paradiso!
La tua divinità ha detto il tuo nome
e la sua voce ti ha raggiunto il midollo!
Abbaia, corri, balla: che vittoria
totale questa resa incondizionata!



8. Vieni con me non dico, dico portami.

Vieni con me non dico, dico portami.
Davanti a un Santo o a una Madonna chi
direbbe, « vieni, andiamo in Tunisia »? 
Ma se l’immagine se ne andasse in giro
chi non vorrebbe accompagnarla, chi?
A trenta metri vedo molto bene,
vorrei seguirti sempre a trenta metri,
e a volte, presso un fiume o una fontana,
avvicinarmi a tanto irraggiamento,
se dormi, se riposi, se sorridi,
per poi la sera chiudermi nel buio
e accertare che splendo anche da solo
e che al di sopra del registratore
col nastro inciso con la tua voce
si addensano apparenze luminose
che in altri tempi si chiamavano angeli,
forme sospese, spiriti apprendisti
che da te vogliono in quei rari paraggi
imparare purezza e tenerezza,
ritegno, verità e altre arti angeliche
mai viste insieme, né in quei luoghi né altrove,
o come si asservisce una nazione
abbassando le palpebre semplicemente.

17. Fatti vedere nella tua nudità

Fatti vedere nella tua nudità,
il mondo ha questo bisogno di bellezza
per diradare i pensieri cattivi
che sono sempre dei pensieri vestiti,
rendi visibile la sublimità
senza badare se desta scalpore:
non cadrà il firmamento quando cadranno
le tue mutande e la tua camicetta,
soltanto nei paesi freddi gli dèi
portavano questi indumenti. Poi,
in questo Olimpo da te scelto a dimora
con tutt’e nove i colli dell’Urbe ai piedi
verrà eretto un palazzo pieno di specchi
e in ogni specchio una tua immagine riflessa,
e lì terranno le cerimonie di Stato,
i congressi, gli esami di maturità,
alla presenza della verità nuda.
 

20. Non stare a lungo lontano da me
 
Non stare a lungo lontano da me
se non vuoi che il ricordo invada tutto
e non lasci più posto alla presenza,
ormai ti vedo spesso sotto gli alberi,
le strade ti ripetono, la vasca,
le stanze, i dischi, e il mare è uguale a te,
ti ho qui sugli occhi come un apparecchio
oftalmologico di precisione
e anche se salgo sul tetto ti vedo,
non stare a lungo lontano da me,
non vorrai scioglierti nello spazio infinito
della mia vista che si estende negli anni,
quando studiavi con me nel '39
o ti annoiavi nella Torre di Londra
piena di ferri neri nel '51
e ieri nella valle della Caffarella
che non ti è apparsa nemmeno bella,
non vorrai scioglierti nel tempo infinito:
non stare a lungo lontano da me.
  

24. Due case avevano per confine un ruscello

Due case avevano per confine un ruscello,
di qua viveva una pazza, di là un bambino,
e si parlavano da una riva all'altra.
Quello è un racconto, leggilo, di amore puro
se qualcosa di puro c'è nell'amore.
Parlavano di piante e di furetti.

27. E ora ti vedo invece tra le palme

E ora ti vedo invece tra le palme
che dormi in un oasi del deserto
e tua madre che veglia sul tuo sonno
sotto un cielo di nuvole che fugonno,
e prega il vento che scuote i palmizi
di non svegliarti, che hai il sonno leggero,
chissà  perchè fanno tanto rumore
questa notte quei rami nella notte,
la gioventù  del mondo sta dormendo,
tua madre prega gli angeli per l'aria
di far tacere quelle palme selvagge,
domani il mondo ti aspetta al suo risveglio,
tua madre sa, e io, che sei il giorno.

30. La sesta lettera comparve nel cielo

La sesta lettera comparve nel cielo,
era un annuncio, immagino, della Firestone
che torreggiava solo sul Campo Boario
con scritto: in questo segno vincerai,
ma in verde, perché il verde è il mio colore.
E adesso lo rivedo, anche di giorno,
benedico il Testaccio e i suoi dintorni
e soprattutto l’angolo di strada
dove davanti a un semaforo rosso
mi fu concesso di sperare il verde:
la sesta lettera comparve nel cielo
e in quel momento si fusero i secoli,
fuggì il tempo con tutti i suoi cadaveri,
guardai quel segno di trionfo e
mi innamorai di te: questa è la storia
della mia, diciamo, conversione.

31. Adesso sono completamente solo

Adesso sono completamente solo,
adesso che mi riempi l’universo,
questo allegro universo in espansione
con galassie, cefeidi, supernove,
e tu dietro ogni grado dello spazio,
che a una parola tua si rattrappisce
e si concentra nella tua sola persona
di nuovo come un astro in pulsazione;
non ho più amici, non ho più interessi,
sto qui a studiare la tua cosmografia,
le tue emissioni radio, le tue sigizie,
più esattamente la tua bocca e i tuoi occhi,
più esattamente quel che c’è in fondo agli occhi,
e ancora più esattamente, te.




Versiones en castellano de Guillermo Piro


(de "Italienisches Liederbuch" - 34 poemas de amor. Editorial Huesos de Jibia - Bs.As., 2010)



JUAN RODOLFO WILCOCK (ARGENTINA, 1919-1978)