Jabberwocky
Asardecía y las pegájiles tovas
Giraban y scopaban en las humeturas;
Misébiles estaban las lorogolobas,
Superrugían las memes cerduras.
!Con el Jabberwock, hijo mío, ten cuidado!
!Sus fauces que destrozan, sus garras que apresan!
!Cuidado con el ave Jubjub, hazte a un lado
Si vienen las frumiantes Roburlezas!
Empuñó decidido su espada vorpal,
Buscó largo tiempo al monxio enemigo -
Bajo el árbol Tamtam paró a descansar
Y allí permanecía pensativo
Y estaba hundido en sus ufosos pensamientos
Cuando el Jabberwock con los ojos en llamas
Resofló a través del bosque tulguiento:
!Burbrujereando mientras se acercaba!
!Uno, dos! !Uno, dos! !A diestra y siniestra
La hoja vorpalina silbicortipartió!
El monxio fue muerto, con su cabeza en ristre
El joven galofante regresó.
"!Muchacho bradiante, mataste al Jabberwock!
!Ven que te abrace! !Que día más fragoso
!Me regalas, hijo! !Kalay, kalay, kaló!"
Reiqueaba el viejo en su alborozo.
Asardecía y las pegájiles tovas
Giraban y scopaban en las humeturas;
Misébiles estaban las lorogolobas,
Superrugían las memes cerduras.
(Traducción de Mirta Rosenberg y Daniel Samoilovich.
Buenos Aires, 1997)
GALIMATAZO
Brillaba, brumeando negro, el sol;
agiliscosos giroscaban los limazones
banerrando por las váparas lejanas;
mimosos se fruncían los borogobios
mientras el momio rantas murgiblaba.
!Cuídate del Galimatazo, hijo mío!
!Guárdate de los dientes que trituran
y de las zarpas que desgarran!
!Cuídate del pájaro Jubo-Jubo y
que no te agarre el frumioso Zamarrajo!
Valiente empuñó el gladio vorpal;
a la hueste manzona acometió sin descanso;
luego, reposóse bajo el árbol del Tántamo
y quedóse sesudo contemplando…
Y así, mientras cavilaba firsuto.
!!Hete al Galimatazo, fuego en los ojos,
que surge hedoroso del bosque turgal
y se acerca raudo y borguejeando!!
!Zis, zas y zas! Una y otra vez
zarandeó tijereteando el gladio vorpal!
Bien muerto dejo el monstruo, y con su testa
!volvióse triunfante galompando!
!¿Y haslo muerto?! !¿Al Galimatazo?!
!Ven a mis brazos, mancebo sonrisor!
!Qué fragarante día! !Jujurujúu! !Jay, jay!
Carcajeó, anegado de alegría.
Pero brumeaba ya negro el sol;
agiliscosos giroscaban los limazones
banerrando por las váparas lejanas;
mimosos se fruncían los borogobios
mientras el momio rantas necrofaba…
(Traducción de Jaime de Ojeda. Madrid, 1973)
EL DRAGOBÁN
Llegaba ya el hervín. Blendes casquines
huldeban y jarcían en el gardo.
Calígonos estaban los cibines
y venía el verdal con paso tardo.
¡Hijo mío, cuidado! ¡El Dragobán!
¡Esas fauces y garas espantosas!
¡El pájaro Yubyub! ¡Oído! ¡Van
por el bosque las Negras Mariposas!
Mas la espada de bronce él empuñó
y buscó al enemigo largamente;
bajo el árbol Tuntún se cobijó
y, pensando, frunció la tersa frente.
Y mientras meditaba, el Dragobán
llegó, con ojos de terribles llamas,
lanzando vaharadas de alquitrán,
de azufre y de betún, bajo las ramas.
Pero ¡zis, zas! ¡zis, zas! el bronce duro
carne y huesos destroza a su sabor.
Bien muerto lo dejó, y, con su cabeza,
traspuso galopando el negro alcor.
«¿Has muerto al Dragobán? ¡Ven a mis brazos,
oh doncel de cien glorias! ¡Ven a mí!
¡Día feliz! ¡Ohé! ¡No más zarpazos!»
Y de alborozo casi enloquecí.
Llegaba ya el hervín. Blendes casquines
huldeban y jarcían en el gardo.
Calígonos estaban los cibines
y venía el verdal con paso tardo.
(Traducción de M. Manent)
JERIGÓNDOR
Cocillaba el día y las tovas agilimosas
giroscopaban y barrenaban en el larde.
Todos debirables estaban los burgovos,
y silbramaban las alecas rastas.
"Cuídate, hijo mío, del Jerigóndor,
que sus dientes muerden y sus garras agarran!
!Cuídate del pájaro Jubjub, y huye
del frumioso zumbabadanas!"
Echó mano a su espada vorpal;
buscó largo tiempo al manxomo enemigo,
descansó junto al árbol Tumtum,
y permaneció tiempo y tiempo meditando.
Y, estando sumido en irribumdos pensamientos,
surgió, con ojos de fuego,
bafeando, el Jerigóndor del túlgido bosque,
y burbulló al llegar!
!Zis, zas! !Zis, zas! !Una y otra vez
tajó y hendió la hoja vorpal!
Cayó sin vida, y con su cabeza,
emprendió galofante su regreso.
"!Has matado al Jerigóndor?
Ven a mis brazos, sonrillante chiquillo,
!Ah, frazoso día! !Calós! !Calay!"
mientras él resorreía de gozo.
Cocillaba el día y las tovas agilimosas
giroscopaban y barrenaban en el larde.
Todos debirables estaban los burgovos,
y silbramaban las alecas rastas.
(Traducción de Francisco Torres Oliver. Madrid, 1984. )
CHACALOCO
'Era brilligio, y los rebalosioso mocasos
Giraban y Girareon en las ondabolsciabo:
Todo debilirana estaban las ramianandos
Y los momiasera ratianeras fuerandabando.
"Tenga cuidadao del Chacaloco, mi hijo!
La quijadas que muerden, las garras que cojen!
Tenga cuidado del Jubojubo - ese monstro pajaro
y evite el furiaboso murcielageren!"
El cogio su voraciabada espada en la mano:
Mucho tiempo el manfiamado adversario busco--
Asi descanzo por el arbol Tumtumano
Y se paro un tiempo en pensamiento.
Y, como en pensamiento estaba parado,
El Chacaloco, con ojos de llama,
vino pistandabondo por la selva disturbiamoso.
Y orrutabilaba como venia!
Uno dos! Uno dos! Y a traves, a traves
la voraciabada espada fue 'snecke-snak!'
El lo dejo muerto, y con la cabeza
El se fue gallardio para atras.
"Y has matado usted el Chacaloco?
Venga a mis brazos, mi bellariazon hijo!
O fantilimandeza dia! Callaya! Calluso!"
El sotociamanado en su alegria.
'Era brilligio, y los rebalosioso mocasos
Giraban y Girareon en las ondabolsciabo:
Todo debilirana estaban las ramianandos
Y los momiasera ratianeras fuerandabando.
(Traducción de Edwin Brea)
EL JABBERWOCKY
Era la asarvesperia y los flexilimosos toves
giroscopiaban taledrando en el vade;
debilmiseros estaban los borogoves;
bramatchisilban los verdilechos parde.
¡Cuidado con el Jabberwocky, hijo mío!
¡Cuídate de las mandíbulas que muerden.
de las garras que apresan!
Cuídate del pájaro Rapiña y del altanero Halcón.
Empuñó él su tajante espada,
y contempló a su terrible enemigo largo rato.
Se puso a la sombra del árbol tumtum
y duró un rato cavilando.
Luego, de un brinco, púsose presto,
y la mala bestia, con ojos fulgurantes
llegó resoplando por el sombrío bosque,
y al acercarse aullaba.
¡Uno, dos! ¡Uno, dos! Sin cesar
la filosa espada daba tajos.
Muerto lo dejó, y, cortándole la cabeza,
de allí se alejó presto.
--¿Mataste al fin a la mala bestia, al tremando Jabberwocky?
¡Ven a mis brazos, niño querido!
¡Hermoso día! ¡Hurra! ¡Hurra!
--gritaba con alegría.
Era la asarvesperia y los flexilimosos toves
giroscopiaban taledrando en el vade;
debilmiseros estaban los borogoves;
bramatchisilban los verdilechos parde.
JABBERWOCKY
Era el tarcal y los flexes terpines
girospaban y tregureaban en el redín;
los borogoves estaban misines
y los deros verdales muflaban por fin.
¡Cuídate del Jabberwock, hijo mío!
¡De sus fauces afiladas y dientes poderosos!
¡Cuídate del pájaro Jubjub bravío
y del Bandersnatch frumioso!
Mas la espada vorpal él empuñó
y persiguió al manxoso largamente…
bajo el árbol Tuntún se cobijó
y pensando frunció la tersa frente.
¡Y, en medio de muforosos pensamientos,
el Jabberwock, con ojos de flamas,
burbujeaba péstidos alientos
a través de las túlgidas ramas.
Pero ¡zis zas! ¡zis zas! la espada vorpal
carne y huesos destroza por doquier.
Bien muerto lo dejó y con su cabeza animal
galofrante regresó en su corcel.
“¿Al Jabberwock has muerto?
¡Ven a mis brazos, hijo flamboyante!
¡Oh, día frobioso, oh gozo cierto!”
bufloqueó el viejo con voz sollozante.
Era el tarcal y los flexes terpines
girospaban y tregureaban en el redín;
los borogoves estaban misines
y los deros verdales muflaban por fin.
(Traducción de Jorge A. Sánchez)
EL FABLISTANÓN
Asurraba. Los viscovivos toves
tadralando en las váparas ruetaban;
misébiles estaban los borgoves,
mientras los verdos momios bratchilbaban.
Con sus dientes y garras muerde, apresa!
¡Cuidado con el pájaro Sonsón
y rehúye al frumioso Magnapresa!
al monstro largo tiempo persiguió…
Bajo el árbol Tumtum luego se vino
y un rato cavilando se quedó.
llegó el Fablistanón, ojo flagrante,
tufando por el bosque fosfuscón,
y se acercó veloz y burbujante.
varias veces el vorpalino acero.
Y, muerto el monstro, izando su cabeza,
regresó galofando muy ligero.
¡Ven que te abrace, niño radioroso!
¡Hurra, hurra! ¡Qué día ristolerto!,
risotó carcajante y jubiloso..
tadralando en las váparas ruetaban;
misébiles estaban los borgoves,
mientras los verdos momios bratchilbaban.
(Traducción de Juan González Álvaro)
Guirigayero
Era la asadura y los flexicosos telatirzones
girosquijaban y agujemechitaban en el praban;
Muy endeblerables estaban los zarrapastrojones
y los perdirrutados chanvertes bufisilbondaban.
-¡Ten mucho cuidado con el cruel Guirigay, hijo mío!
¡Las mandíbulas que muerden y las garras que aprisionan!
-¡Ten cuidado con el pájaro Yuyú, que de él no fío;
huye del rifuegraznizante Protestinfernómal!
Tomó su espada flumirante en la mano,
Por mucho tiempo al enemigo buscó...
Y descansó junto al árbol Tumtumgano
y pensando y pensando permaneció.
Mientras pensaba fulente,
aquel Guirigay llameante
vino por el bosque enverte,
¡rugitando hacia adelante!
¡Uno, dos! ¡Uno, dos! ¡De plano, de revesa
la flumirante hoja golpeó y cortó!
Dejando al cuerpo muerto, asió la cabeza
y con tal botín guerrero regresó.
-Y, pues, ¿es verdad que has terminado con el Guirigay?
¡Ven a mis brazos entonces, mi bendito hijo de día!
Oh, promifortunoso día, sí... ¡Aleluya! ¡Alelay!
Armonivibró en medio de su trompetizul alegría.
Era la asadura y los flexicosos telatirzones
girosquijaban y agujemechitaban en el praban;
Muy endeblerables estaban los zarrapastrojones
y los perdirrutados chanvertes bufisilbondaban.
(Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Jabberwocky#Guirigayero)
Gentileza de Nacho
Gentileza de Nacho
El Flonstluo
Una cremosa mañana de printampera cuando la brisa boplaba y el mar estaba dirazo de volas, la madre calió al hardin, ajustando a los prájaros que micoteavan las gasmi de nap en el buelo, y exclamó:
-¡Ten cuidado, hijo mío, del flonstluo! Su espico desgarra, y sus nuñas se clavan en todo. ¡Ten cuidado de ese prájaro, y evita su frumiosa merretida y su cambre insastiaple!
El muchacho emñupó su razafilado sable y anastuvo sin parar chumo siempo en busca del enemigo inbenziple de los hombres. Hinastalmente se puso a retoscar junto al roble Tumtum, mientras se hundía en sus mensahomientos.
Al baco de un taro, cuando reflexionaba, el flonstluo, cuyos ojos despedían llamas, llegó polanto a través de la densa celsbla, como un aterrospantoso vienuracán, rufierto de escamas duras como el hierro, rola de lagarto y zalas de murciélago.
¡Uno, dos! ¡Uno, dos! ¡Uno, dos! Así el sable razafilado, una y otra vez, tasajó las escamas duras como el hierro, entrando como un relrayo en la carne apestosoliente. El muchacho preroico estaba agotado, cuando, hinastlmente, la cabeza de su enemigo se rescayó a sus pies. La cogió, la metió en uns sacolsa y corrió cuanto pudo hasta la masaca de su madre querida.
Ésta al verle exclamó:
-¡Hijo, hijo mío! ¿No te ha ocusado nada? ¿Estás bien? ¿Y has matado al asusterrible flonstluo?
El muchacho le enseñó la cabeza de su enemigo.
-¡Deja que te besabrace, osaliente y preroico hijo!- gritó con sobrorchullo su madre.
¡Qué día de alobogría fue aquél! ¡Briva! ¡Braviva! ¡Brova! Todo el mundo aplaudió contenzo, y el muchacho narrescló su hazaña.
Fue en una cremosa mañana de printampera, cuando la prisa boplaba, el mar estaba dirazo de volas y los prájaros micoteavan las gasmi de nap en el buelo.
( Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Jabberwocky#El_flonstluo)
’Twas brillig, and the slithy toves/Did gyre and gimble in the wabe:/All mimsy were the borogoves,/And the mome raths outgrabe.//“Beware the Jabberwock, my son!/The jaws that/bite, the claws that catch!/Beware the Jubjub bird, and shun/The frumious/Bandersnatch!”//He took his vorpal sword in hand:/Long time the manxome foe he sought—/So rested he by the Tumtum tree,/And stood awhile in thought.//And, as in uffish thought he stood,/The Jabberwock, with eyes of flame,/Came whiffling through the tulgey wood,/And burbled as it came!//One, two! One, two! And through and through/The vorpal blade went snicker-snack!/He left it dead, and with its head/He went galumphing back.//“And, hast thou slain the Jabberwock?/Come to my arms, my beamish boy!/O frabjous day! Callooh! Callay!”/He chortled in his joy.//’Twas brillig, and the slithy toves/Did gyre and gimble in the wabe:/All mimsy were the borogoves,/And the mome raths outgrabe.
LEWIS CARROLL (Inglaterra, 1832-1898)
Me encanta la recopilación, aunque mi versión favorita siempre será la que leí, que es la más comúnmente aceptada (de hecho, es la que se usa en la versión fílmica de Burton): "Galimatazo". Sin embargo, como el original en inglés, ninguno ^^''
ResponderBorrarPor cierto, creo que te falta esta versión, bastante más conocida que algunas de las que has puesto: http://es.wikipedia.org/wiki/Jabberwocky#Guirigayero
¡Un saludo!
Gracias, Nacho!
ResponderBorrarAgregué la versión que me sugeriste, y otra nueva.
Un abrazo.
La versión que yo conozco pueden encontrarla en este enlace, también aparece la información sobre el libro en el cual la leí, hace ya unas cuantas décadas atrás.
ResponderBorrarEstá casi al final del texto:
http://archivosurrealista.com/mandra11.htm
(5) A guisa de ejemplo, intercalaremos una estrofa traducida a nuestro idioma (Frederic Brown: “Noche de brujas” [“Night of the Jabberwock”]. Traducción de Oscar Pousa. Librería Hachette, S.A., Buenos Aires, 1953):
Era ya el tardín y los flexes terpines
jircaban y roldían por la garta.
Particos se encontraban los murdines
y astarriban los raspes del zelarta.
Continuaba con algo así como:
Del Dragohorror, hijo mío, debes cuidarte.
Sus fauces ... y sus zarpas ...
El principio lo recuerdo de memoria, pero ya el resto, es más complicado. Tal vez haya sido entre principio y mediados de los '80 cuando leí ese libro por última vez. Y gracias a que esta mañana me acordé de ese principio que me puse a investigar, con tanta fortuna que logré conseguir el título del libro y su autor.