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enero 12, 2013

POEMAS DE HILDA DOOLITTLE


 Foto: Perdita Schaffner/New Directions


 

Jardín


I

Sos clara,
Oh, rosa tallada en piedra,
dura como el descenso del granizo.

Podría raspar el color
de los pétalos
como tinta volcada sobre una roca.

Si pudiera descifrarte
podría descifrar a un árbol.

Si pudiera hurgarte
podría descifrar a un árbol—
podría descifrarte.


II

Oh, viento, desgarrá el calor,
abrí el calor
hacelo jirones.

Los frutos no caen
en este aire espeso—
los frutos no caen en el calor
que golpea y aplasta
las puntas de las peras
y hace redondas las uvas.

Cortá el calor—
abrite paso a través de él,
y que corra a cada lado
de tu camino.





Leda

Donde el río lento
se encuentra con la marea,
un cisne rojo alza unas alas rojas
y un pico más oscuro,
y debajo del morado, debajo
de su pecho suave
desenrosca su pata de coral.

A través del morado intenso
del calor que agoniza
del sol y de la niebla,
el rayo horizontal de luz solar
acaricia
al lirio de pecho oscuro
y esparce un oro más rico
en su cresta dorada.

En el ascenso lento
de la marea,
flota hacia el río
y va lentamente a la deriva
entre las cañas
izando las banderas amarillas,
flota
donde río y marea se encuentran.

Ah, beso soberano--
no hay más arrepentimiento
ni recuerdos antiguos
para arruinar el éxtasis;
donde los juncos bajos se espesan,
la azucena amarilla
se despliega y descansa
bajo el aleteo suave
de las alas del cisne rojo
y el temblor tibio
de su pecho.






Leteo

Ni piel ni cuero ni vellón
             te cubrirán,
ni cortina de seda ni refugio 
de cedro hallarás sobre vos,
             Ni el pino
             Ni el abeto.


Ni la vista de la aliaga o del espino
             o del tejo de río,
Ni la fragancia del arbusto en flor,
ni la queja del tordo para despertarte,
             ni la del zorzal,
             ni la del pardillo.


Ni la palabra ni el contacto ni la visión
             del amante anhelarás
en la noche, sino esto:
el rodar de la marea entera que te cubra
             sin preguntas,
             sin besos.



 
Jardín protegido

Ya tuve suficiente.
Respiro con dificultad.

Todos los caminos se terminan, todas las calles,
todos los senderos al final llevan
a la cima de la colina
–después, una aminora el paso
o encuentra la misma pendiente del otro lado,
y se lanza.

Ya tuve suficiente—
claveles, clavelinas, siemprevivas,
hierbas, berros.

Oh, por el latigazo de una rama
en este lugar
no hay olor a resina
ni sabor a corteza, a pasto común,
aromático, astringente—
nada más canteros y canteros de claveles perfumados.

¿Alguna vez vieron bajo techo frutas
que busquen la luz?—
¿las peras envueltas en trapos
protegidas del hielo,
los melones casi maduros,
asfixiados en paja?

¿Y por qué no dejar que las peras se aferren
a la rama vacía?
—Tanta persuasión solamente va a dar
una fruta más amarga—
Déjenlas aferrarse, madurar por sí mismas,
demostrar su valor,
marchitas y mordidas por la escarcha
para que caigan, al final, hermosas
con su abrigo rojizo.

O al melón
Déjenlo desteñir amarillo
bajo la luz invernal,
aunque sea ácido—
es mejor tener gusto a escarcha
escarcha exquisita—
que a pasto seco y paja de embalar.

Por esta belleza,
belleza sin fuerza,
la vida se ahoga.
Yo quiero un viento que rompa
y disperse estos tallos rosados,
que arranque su cabezas fragantes y
las arroje sobre las hojas secas—
que esparza las ramitas por los caminos,
los gajos rotos.
que arrastre las ramas grandes de los pinos
que volaron de un bosque, lejos,
justo encima del huerto de melones,
que rompa las peras y los membrillos,
que deje los árboles por la mitad, destrozados, retorcidos
pero mostrando que la pelea fue valiente.

Oh, que borre este jardín
para olvidar, para encontrar una belleza nueva
en algún lugar atroz
atormentado por el viento.



 
Los misterios quedan

Los misterios quedan,
yo sigo el mismo
ciclo del tiempo de la siembra
y del sol y la lluvia;
como Démeter en la hierba,
multiplico,
renuevo y bendigo
como Baco en la viña,
sustento la ley,
abrazo los misterios verdaderos,
el primero de ellos
nombrar a los muertos, a los vivos;
soy el pan y el vino.
abrazo la ley,
Sustento los misterios verdaderos,
yo soy la viña,
y las ramas, vos
y vos.










Garden


I

You are clear
O rose, cut in rock,
hard as the descent of hail.

I could scrape the colour
from the petals
like spilt dye from a rock.

If I could break you
I could break a tree.

If I could stir
I could break a tree—
I could break you.



II

O wind, rend open the heat,
cut apart the heat,
rend it to tatters.

Fruit cannot drop
through this thick air--
fruit cannot fall into heat
that presses up and blunts
the points of pears
and rounds the grapes.

Cut the heat--
plough through it,
turning it on either side
of your path.


Leda

Where the slow river
meets the tide,
a red swan lifts red wings
and darker beak,
and underneath the purple down
of his soft breast
uncurls his coral feet.

Through the deep purple
of the dying heat
of sun and mist,
the level ray of sun-beam
has caressed
the lily with dark breast,
and flecked with richer gold
its golden crest.

Where the slow lifting
of the tide,
floats into the river
and slowly drifts
among the reeds,
and lifts the yellow flags,
he floats
where tide and river meet.

Ah kingly kiss --
no more regret
nor old deep memories
to mar the bliss;
where the low sedge is thick,
the gold day-lily
outspreads and rests
beneath soft fluttering
of red swan wings
and the warm quivering
of the red swan's breast.

from Hymen (1921)


Lethe

Nor skin nor hide nor fleece
        Shall cover you,
Nor curtain of crimson nor fine
Shelter of cedar-wood be over you,
        Nor the fir-tree
        Nor the pine.


Nor sight of whin nor gorse
Nor river-yew,
Nor fragrance of flowering bush,
Nor wailing of reed-bird to waken you,
        Nor of linnet,
        Nor of thrush.

Nor word nor touch nor sight
        Of lover, you
Shall long through the night but for this:
The roll of the full tide to cover you
        Without question,
        Without kiss.


 
Sheltered Garden

I have had enough.
I gasp for breath.

Every way ends, every road,
every foot-path leads at last
to the hill-crest --
then you retrace your steps,
or find the same slope on the other side,
precipitate.

I have had enough --
border-pinks, clove-pinks, wax-lilies,
herbs, sweet-cress.

O for some sharp swish of a branch --
there is no scent of resin
in this place,
no taste of bark, of coarse weeds,
aromatic, astringent --
only border on border of scented pinks.

Have you seen fruit under cover
that wanted light --
pears wadded in cloth,
protected from the frost,
melons, almost ripe,
smothered in straw?

Why not let the pears cling
to the empty branch?
All your coaxing will only make
a bitter fruit --
let them cling, ripen of themselves,
test their own worth,
nipped, shrivelled by the frost,
to fall at last but fair
with a russet coat.

Or the melon --
let it bleach yellow
in the winter light,
even tart to the taste --
it is better to taste of frost --
the exquisite frost --
than of wadding and of dead grass.

For this beauty,
beauty without strength,
chokes out life.
I want wind to break,
scatter these pink-stalks,
snap off their spiced heads,
fling them about with dead leaves --
spread the paths with twigs,
limbs broken off,
trail great pine branches,
hurled from some far wood
right across the melon-patch,
break pear and quince --
leave half-trees, torn, twisted
but showing the fight was valiant.

O to blot out this garden
to forget, to find a new beauty
in some terrible
wind-tortured place.

from Sea Garden (1916)




The Mysteries Remain

The mysteries remain,
I keep the same
cycle of seed-time
and of sun and rain;
Demeter in the grass,
I multiply,
renew and bless
Bacchus in the vine;
I hold the law,
I keep the mysteries true,
the first of these
to name the living, dead;
I am the wine and bread.
I keep the law,
I hold the mysteries true,
I am the vine,
the branches, you
and you.





HILDA DOOLITTLE (EE.UU., 1886-1961)

Versiones en castellano de Sandra Toro

noviembre 14, 2012

MATRIMONIO - GREGORY CORSO



Gregory Corso, Tangier, Morocco, July 1961. c. Allen Ginsberg Estate.


MATRIMONIO

¿Tendría que casarme? ¿Tendría que ser Bueno?
¿Sorprender a la chica de al lado con mi traje de terciopelo y mi capucha de Fausto?
Llevarla al al cementerio y no al cine  
hablarle de los baños de inmersión del hombre lobo y de clarinetes bifurcados
después desearla y besarla y todos los preliminares
y ella sin querer ir tan lejos y yo entendiendo por qué
diciéndole sin enojarme ¡Tenés que sentir! ¡Sentir es hermoso!
y en vez de eso tomarla en mis brazos y recostarla en una lápida vieja y torcida
y enamorarla toda la noche con las constelaciones del cielo--

Cuando me presentara a los padres
me sentaría enderezando la espalda
y con el pelo por fin bien peinado, estrangulado por una corbata,
con las rodillas juntas en su sofá de 3er nivel
y no preguntaría ¿Dónde está el baño?
De qué otro modo sentirme distinto del que soy,
casi siempre pensando en el jabón de Flash Gordon--
Oh qué terrible debe ser para un hombre joven
sentarse delante de una familia que piensa
"¡Nunca lo vimos! ¡Y quiere a nuestra Mary Lou!"
Después del té y de las masitas caseras preguntarían "¿Qué hacés para vivir?"
¿Tendría que decirles? ¿Les caería bien?
¿Dirían "Está bien cásense, perdemos una hija
pero ganamos un hijo"--
Y entonces podría preguntar dónde está el baño?

¡Oh Dios, y el casamiento! Todos los familiares y amigos de ella
y nada más un puñado de los míos desgreñados y barbudos
ansiosos por lanzarse sobre los tragos y la comida--
¡Y el cura!Mirándome como si me masturbara
preguntando ¿Quiere a esta mujer como legítima esposa?
Y qué diría yo, temblando, diría ¡“Sin Hielo”!
Besaría a la novia con todos los cornudos palmeándome la espalda
¡Es toda tuya, pibe! ¡je-je-je!
Y le vería pasar una luna de miel obscena por los ojos--

Después todo ese absurdo del arroz y las latas ruidosas y los zapatos
¡Las Cataratas del Niágara! ¡Hordas de nosotros!¡Maridos!¡Esposas!¡Flores!¡Bombones!
Todos entrando en tropel en hoteles acogedores
Todos yendo esta noche a hacer lo mismo 
El conserje indiferente sabiendo lo que va a pasar
Los zombies del lobby sabiéndolo
El que silba en el ascensor sabiéndolo
El botones que me guiña un ojo sabiéndolo
¡Todos sabiéndolo! ¡Casi estaría tentado de no hacer nada!
¡Me quedaría levantado toda la noche!¡Miraría a los ojos a ese conserje!
Y le gritaría: ¡Me niego a la luna de miel! ¡Me niego a la luna de miel!
correría como desaforado entre las suites climatizadas
gritando ¡Panza de radio! ¡Pala de gato!
¡O me quedaría a vivir en Niágara para siempre! en una cueva oscura enfrente de las cataratas
Me sentaría ahí como el Mielero Loco a urdir fomas de romper los matrimonios, un flagelo de la bigamia, un santo del divorcio--

Pero tendría que casarme tendría que ser bueno
Qué lindo sería llegar a casa a ella
y sentarme junto al hogar con ella en la cocina
joven y preciosa con su delantal deseando tener a mi bebé
y tan feliz conmigo que se le quemaría el churrasco
y vendría llorando a mí y yo me levantaría de mi sillón grande de papá
diciendo ¡Diente navideño! ¡Cerebros radiantes! ¡Manzana sorda!
¡Por Dios qué esposo sería! Sí, ¡tendría que casarme!
¡Hay tanto para hacer! como meterme en la casa del Sr. Jones tarde a la noche
y tapar sus palos de golf con libros noruegos de 1920
como colgar de la podadora un cuadro de Rimbaud
como pegar estampillas de Tannu Tuva en la cerca
cuando viniera la sra. Kindhead a recolectar para el Community Chest
agarrarla y decirle ¡Hay presagios desfavorables en el cielo!
y cuando el Intendente viniera a ganarse mi voto decirle
¡Cuándo va a parar la matanza de ballenas!
Y cuando viniera el lechero dejarle una nota en la botella
Polvo de pingüino, déjeme polvo de pingüino, quiero polvo de pingüino--

Aunque me casara y viviera en Connecticut y nevara
y ella tuviese un bebé y yo estuviera insomne, agotado,
sin dormir varias noches, con la cabeza contra una ventana inmóvil, con el pasado detrás,
en la más común de las situaciones: un hombre que tiembla
absorbido por las responsabilidades nada de ramita ni sopa de moneda romana--
¡Oh lo que sería!
Seguro le daría un Tácito de goma como chupete
y como sonajero una bolsa de discos rotos de Bach
le clavaría De la Francescas con tachuelas por toda la cuna
le cosería el alfabeto griego en el babero
y le construiría un Partenón sin techo como corralito.

No, dudo que yo sería esa clase de padre
nada de campo, nada de nieve ni de ventana inmóvil
sino la ciudad de Nueva York caliente y olorosa
siete pisos por escalera, con cucarachas y ratas en las paredes
una esposa gorda y Reichiana gritándome por encima de las papas ¡Conseguite un trabajo!
Y cinco mocosos con la nariz chorreando enamorados de Batman
Y los vecinos sin dientes y con el pelo electrizado
como esas multitudes de brujas del siglo 18
todos queriendo entrar a ver la tele
Y el dueño que quiere el alquiler
Supermercado Cruz Roja Gas & los Caballeros Eléctricos de Columbus
Imposible acostarse y soñar que nieva el Teléfono, estacionamiento fantasma--
¡No! ¡No tendría que casarme y no me casaría jamás!
Pero -- me imagino si me casara con una mujer hermosa y sofisticada
alta y pálida que usara un vestido negro muy elegante y guantes largos negros
con una boquilla en una mano y un vaso de whisky en la otra
y viviéramos en un penthouse con una ventana enorme
desde la que pudiéramos ver toda Nueva York y todavía más lejos los días despejados
No no me puedo imaginar casado con ese sueño de preso--

Ah pero ¿qué hay del amor? Me olvido del amor
no es que yo sea incapaz de amar
es solamente que al amor lo veo tan raro como andar con zapatos--
Nunca quise casarme con una chica que fuese como mi madre
Ingrid Bergman siempre fue imposible
Y ahora debe haber alguna chica pero ya estará casada
Y los hombres no me gustan y--
¡pero tiene que haber alguien!
Porque qué pasa si llego a los 60 y no estoy casado,
solo en una pensión con manchas de meo en los calzoncillos
¡y todos los demas están casados! ¡Todos en el universo casados menos yo!

Ah, sé muy bien que si hubiese una mujer posible como yo soy posible
el matrimonio sería posible--
Como Ella con su lujo exótico y solitario esperando a su amante egipcio
así espero--privado de 2000 años y del baño de la vida.





Marriage 


Should I get married? Should I be Good?
Astound the girl next door with my velvet suit and faustaus hood?
Don't take her to movies but to cemeteries
tell all about werewolf bathtubs and forked clarinets
then desire her and kiss her and all the preliminaries
and she going just so far and I understanding why
not getting angry saying You must feel! It's beautiful to feel!
Instead take her in my arms lean against an old crooked tombstone
and woo her the entire night the constellations in the sky--

When she introduces me to her parents
back straightened, hair finally combed, strangled by a tie,
should I sit knees together on their 3rd degree sofa
and not ask Where's the bathroom?
How else to feel other than I am,
often thinking Flash Gordon soap--
O how terrible it must be for a young man
seated before a family and the family thinking
We never saw him before! He wants our Mary Lou!
After tea and homemade cookies they ask What do you do for a living?
Should I tell them? Would they like me then?
Say All right get married, we're losing a daughter
but we're gaining a son--
And should I then ask Where's the bathroom?

O God, and the wedding! All her family and her friends
and only a handful of mine all scroungy and bearded
just waiting to get at the drinks and food--
And the priest! He looking at me if I masturbated
asking me Do you take this woman for your lawful wedded wife?
And I trembling what to say say Pie Glue!
I kiss the bride all those corny men slapping me on the back
She's all yours, boy! Ha-ha-ha!
And in their eyes you could see some obscene honeymoon going on--

then all that absurd rice and clanky cans and shoes
Niagara Falls! Hordes of us! Husbands! Wives! Flowers! Chocolates!
All streaming into cozy hotels
All going to do the same thing tonight
The indifferent clerk he knowing what was going to happen
The lobby zombies they knowing what
The whistling elevator man he knowing
The winking bellboy knowing
Everybody knowing! I'd be almost inclined not to do anything!
Stay up all night! Stare that hotel clerk in the eye!
Screaming: I deny honeymoon! I deny honeymoon!
running rampant into those almost climatic suites
yelling Radio belly! Cat shovel!
O I'd live in Niagara forever! in a dark cave beneath the Falls
I'd sit there the Mad Honeymooner devising ways to break marriages, a scourge of
bigamy a saint of divorce--

But I should get married I should be good
How nice it'd be to come home to her
and sit by the fireplace and she in the kitchen
aproned young and lovely wanting by baby
and so happy about me she burns the roast beef
and comes crying to me and I get up from my big papa chair
saying Christmas teeth! Radiant brains! Apple deaf!
God what a husband I'd make! Yes, I should get married!
So much to do! like sneaking into Mr Jones' house late at night
and cover his golf clubs with 1920 Norwegian books
Like hanging a picture of Rimbaud on the lawnmower
like pasting Tannu Tuva postage stamps all over the picket fence
like when Mrs Kindhead comes to collect for the Community Chest
grab her and tell her There are unfavorable omens in the sky!
And when the mayor comes to get my vote tell him
When are you going to stop people killing whales!
And when the milkman comes leave him a note in the bottle
Penguin dust, bring me penguin dust, I want penguin dust--

Yet if I should get married and it's Connecticut and snow
and she gives birth to a child and I am sleepless, worn,
up for nights, head bowed against a quiet window, the past behind me,
finding myself in the most common of situations a trembling man
knowledged with responsibility not twig-smear not Roman coin soup--
O what would that be like!
Surely I'd give it for a nipple a rubber Tacitus
For a rattle bag of broken Bach records
Tack Della Francesca all over its crib
Sew the Greek alphabet on its bib
And build for its playpen a roofless Parthenon

No, I doubt I'd be that kind of father
not rural not snow no quiet window
but hot smelly New York City
seven flights up, roaches and rats in the walls
a fat Reichian wife screeching over potatoes Get a job!
And five nose running brats in love with Batman
And the neighbors all toothless and dry haired
like those hag masses of the 18th century
all wanting to come in and watch TV
The landlord wants his rent
Grocery store Blue Cross Gas & Electric Knights of Columbus
Impossible to lie back and dream Telephone snow, ghost parking--
No! I should not get married and I should never get married!
But--imagine if I were to marry a beautiful sophisticated woman
tall and pale wearing an elegant black dress and long black gloves
holding a cigarette holder in one hand and highball in the other
and we lived high up a penthouse with a huge window
from which we could see all of New York and even farther on clearer days
No I can't imagine myself married to that pleasant prison dream--

O but what about love? I forget love
not that I am incapable of love
it's just that I see love as odd as wearing shoes--
I never wanted to marry a girl who was like my mother
And Ingrid Bergman was always impossible
And there maybe a girl now but she's already married
And I don't like men and--
but there's got to be somebody!
Because what if I'm 60 years old and not married,
all alone in furnished room with pee stains on my underwear
and everybody else is married! All in the universe married but me!

Ah, yet well I know that were a woman possible as I am possible
then marriage would be possible--
Like SHE in her lonely alien gaud waiting her Egyptian lover
so I wait--bereft of 2,000 years and the bath of life.







 Versión en castellano de Sandra Toro

GREGORY CORSO (EE.UU., 1930-2001)


noviembre 09, 2012

POEMAS DE NELLY SACHS






¿Quién vació la arena de vuestros zapatos
cuando debíais levantaros de la muerte?
La arena, la que Israel se llevó a casa,
¿su arena errante?
Arena ardiente del Sinaí,
confundida con las gargantas de los ruiseñores,
confundida con las alas de las mariposas,
confundida con el ansia de polvo de las serpientes,
confundida con todo lo que se desprendió de la sabiduría de Salomón,
confundida con el amargor del ajenjo secreto.

Oh vosotros, dedos,
que vaciasteis la arena de los zapatos de los muertos,
¡Mañana seréis polvo, vosotros
en los zapatos de los que han de venir!



(de “En las moradas de la muerte”, 1946)





Qué bello más allá
está pintado en tu polvo.
A través del núcleo de la llama de la tierra,
a través de tu chal de piedra
has sido ofrecida,
red de despedida en la medida del pasado.

Mariposa
¡a todos los seres buenas noches!
las importancias de vida y muerte
se hunden con tus alas
sobre la rosa abajo
que se marchita con el arco de luz que madura hacia casa.

Qué bello más allá
está pintado en tu polvo.
Qué signo real
en el secreto del aire.



(de “Eclipse estelar”, 1949.)




Aquí
donde naufragué en sal,
aquí en el mar
con sus azules niños de pecho,
que se nutren
posesos de luna
en el ama del alma—
aquí en la arena,
que danzaba en el zodiaco,
aquí yace lo cifrado con lo no nacido

apareces
hacia atrás
en el vacío oscureciente,
que en torno a ti espera,
una cesta para ser llenada

con frutas
que van por metálicas vías astrales
o
son expedidas

mi aliento te tiendo
y caigo
para habitar nuevamente en un cardo
que nunca será flor-




(de “Y nadie sabe cómo seguir”, 1957)




Viene uno
de lejos
con un idioma
que quizás encierra
el laúd
con el relincho de la yegua
o
con el piar
de los jóvenes mirlos negros
o
también como una crujiente sierra
que trincha toda proximidad—

Viene uno
de lejos
con movimientos del perro
o
quizás de la rata
y es invierno
por tanto vístelo caliente
también puede ser
que tenga fuego bajo las suelas
(quizá cabalgó
sobre un meteoro)
por tanto no lo riñas
si acaso tu alfombra acribillada chilla.

Un extraño lleva siempre
su patria bajo el brazo
como una huérfana
para la que él quizá nada
nada busca sino una tumba.




(de “Huida y transformación”, 1959)


en la noche
con el desaprender lo ocupado del mundo
de lejos muy lejos
tu dedo que pintó la gruta de hielo
con el mapa cantante de un mar oculto
que amontonó las notas en la concha de tu oído
puentes-ladrillos
desde aquí hacia allí
esta cuidada edición
cuyo desenlace
será otorgado a los moribundos.



(de “Viaje a lo inmaculado”, 1961.)



¿Quién llama?
¡La propia voz!
¿Quién responde?
¡Muerte!
¿Se hunde la amistad
en el campamento del sueño?
¡Sí!
¿Por qué no canta ningún gallo?
¡Está esperando a que el beso del romero
nade en el agua ¿!

¿Qué es eso?

¡El instante de abandono
del cual el tiempo se suprime
asesinado de eternidad!

¿Qué es eso?

Sueño y morir no tienen atributos.




(de “Aún festeja la muerte la vida”, 1961.)




Desesperadamente llamas ahora desde la oscuridad
al único hombre—

Espera un instante todavía—
y tú caminas sobre el mar.
El elemento te penetra ya los poros
te hunde y te alza con él
y pronto reencontrada en la arena
y junto a las estrellas esperando huésped que vuela
y en el fuego de la reunión consumido
calma —calma—


(de “Enigmas que arden”, 1962)



Coro de los Consoladores

Somos jardineros que nos hemos quedado sin
flores...
No se puede plantar ninguna hierba medicinal
de ayer para mañana.
La salvia se ha marchitado en las cunas,
el romero ha perdido su aroma
delante de los nuevos muertos,
incluso el ajenjo estuvo amargo, sólo ayer.
Las flores del consuelo brotaron demasiado
brevemente
no alcanzan para el dolor de una lágrima de
niño.

Quizá nueva semilla
arraigue en el corazón de un cantor nocturno.
¿Quién de nosotros puede consolar?
En las profundidades del desfiladero
entre el ayer y el mañana
está el querubín
pulveriza con sus alas el rayo del dolor
pero sus manos mantienen separadas las rocas
del ayer y del mañana
como los bordes de una herida
que debe permanecer abierta
que aún no puede sanar.

Los rayos del dolor
no dejan conciliar el sueño
al campo del olvido
¿Quién de nosotros puede consolar?

Jardineros somos,
y nos hemos quedado sin flores,
y estamos sobre una estrella que irradia,
y lloramos.



Versiones en castellano de Javier Tubía




Ya no recuerdo

donde pájaros cantan
o
si hay sollozos en el mar
lleno de ángeles de la profundidad
que tiemblan el pavor sagrado
de ser tirado al aire

Nunca sé
si los deseos pavorosamente devorantes
esos peces-espada
calando
las pieles suaves de los milagros del alma
se acaban en la almendra llameante de la tierra
y si el universo afligido
en una vuelta de la noche
no apagó de un soplo mi negra luz
porque durmiendo perdí de nuevo
una palabra de amor 



Versión de Klaus Dieter Vervuert y Rodolfo Alonso


* * *


Líneas como
cabello vivo
levantado
oscurecido de noche de muerte
de mí
hacia ti.

Pescada
afuera
estoy inclinada al más allá
sedienta
por besar el fin de la lejanía.

El atardecer
arroja el trampolín
de la noche sobre el rojo
prolonga tu lengua de tierra
y pongo mi pié vacilando
sobre la cuerda que se estremece
de la muerte ya empezada.

Pero así es el amor...




NELLY SACHS (ALEMANIA, 1891-1970)