Arropada
en la comisura de tu boca
una linyera
despliega su sábana de diarios
si es de noche.
Se alimenta
de los besos que no das.
Tras ella tu silencio
es un perro
enredándose en sus trapos
y tus palabras
piedras
que los chicos arrojan
desde el puente
como si fueran flores.
está bueno.
ResponderBorrarMarianela